Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto. El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. Juan 12:24-25
Amado Padre que estás en el cielo, anhelamos ser tus hijos y acercarnos más y más hacia la vida eterna con toda su bondad y verdad. En tu amor hacia nosotros tus hijos, bendícenos mientras caminamos en la tierra bajo intenso estrés y tentación. Guárdanos de desviarnos por el mal camino y permite que lo que has sembrado en nuestros corazones crezca hacia la perfección, para gloria y honor tuyo. Que nuestros corazones siempre se alegren al saber que nuestra lucha y sufrimiento no son en vano, que si somos fieles podremos dar el fruto de la justicia. Amén.