Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. Salmo 25:8-9

Señor nuestro Dios, amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias que podemos ser tus hijos y que nos diriges. Te agradecemos que nos guías en tiempos de aflicción y nunca nos abandonas. Ahora, como en el pasado, estás con nosotros, Señor nuestro Dios, y nos muestras el camino en cada situación. Protégenos en el tiempo presente, y concédenos la fortaleza para seguir adelante con paciencia, especialmente cuando nuestras vidas padezcan mucho sufrimiento y angustia. Te damos gracias por tu guía y nos regocijamos por tu ayuda para nuestro tiempo. Revela tu mano poderosa, porque pronto, muy pronto, tu diestra lo cambiará todo. Amén.