Pero ¿cómo pueden ustedes atribuirse mérito alguno si soportan que los maltraten por hacer el mal? En cambio, si sufren por hacer el bien, eso merece elogio delante de Dios. Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos.
1 Pedro 2:20-21

Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias que el Salvador ha estado con nosotros en la tierra, y que en nuestro tiempo todavía le podamos seguir, y esperar por tu voluntad y soberanía. Porque tú eres el Dios Todopoderoso, y tu reino debe venir, hacerse tu voluntad y cumplirse todas tus promesas. Te suplicamos que lleves a cabo tu voluntad; que establezcas tu reino entre todas las naciones, aunque hoy sea posible solamente en pocas. Porque por medio de tu obra se pueden cambiar los corazones, para que tu nombre sea alabado y se cumplan todas las promesas. Gracias por permitirnos vivir en una esperanza tan grande. Quédate con nosotros en nuestro trabajo en la tierra, para que se haga a tu servicio. En cada situación, profundiza nuestro anhelo para que venga el Salvador y establezca tu reino. Acompáñanos durante la noche y bendícenos con tu gran bondad y fidelidad. Amén.