Esperamos confiados en el Señor; él es nuestro socorro y nuestro escudo. En él se regocija nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti. Salmo 33:20-22
Señor Dios, te damos gracias por haberte manifestado en este mundo lleno de pecado, necesidad y opresión. Te damos gracias que podamos gozarnos en todo lo que has hecho, antes y después de la venida de Jesucristo, nuestro Salvador en todo. A ti sea la alabanza y el agradecimiento. Nuestros corazones saltan de alegría por ti y por tus obras. Concédenos ser fieles hasta el final, victoriosos en todas las cosas por medio de tu Espíritu, quien nos ayuda y bendice en nuestro camino. Concede tu ayuda a todos los que te invocan y a quienes anhelan regocijarse en ti. Amén.
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