Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra. Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Apocalipsis 3:10-11
Señor nuestro Dios, fortalece nuestros corazones hoy por medio de tu Palabra. Tú eres nuestro Padre y nosotros somos tus hijos, y deseamos confiar en ti en cada aspecto de nuestras vidas. Protégenos en todos nuestros caminos, y concédenos siempre velar y esperar la venida de tu reino, por el futuro de nuestro Señor Jesucristo. Cuídanos de quedar confundidos por los eventos actuales. Ayúdanos a permanecer libres, que podamos servirte y no desviarnos por el mal camino, sin importar lo que pase en el mundo. Concédenos tu Espíritu Santo en todo, porque sin tu Espíritu nada podemos hacer. Ayúdanos, y acepta nuestra alabanza por las tantas maneras en que nos has ayudado. Amén.