Oración diaria para el 5 de febrero


Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas. Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. Salmo 9:1-2

Señor nuestro Dios, guárdanos en tu Espíritu. Rodéanos con tu protección, para que en cuerpo y alma alabemos tu poder y tengamos alegría, incluso en un mundo lleno de maldad. Alumbra en nuestros corazones, para que podamos discernir lo que es justo, bueno y eterno. Que hagas más de lo que pedimos o entendemos, para los que todavía andan en tinieblas apartados de ti. Que tu misericordia eterna los envuelva, y que la tierra se llene de gratitud a ti, el Padre y Creador de todos nosotros. Amén.

  • Evangelio

    Related Posts

    Oración diaria para el 22 de marzo

    Nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su…

    Oración diaria para el 8 de marzo

    Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en…

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    You Missed

    La expectativa de la hermana Penélope por Grace Hamman

    La expectativa de la hermana Penélope por Grace Hamman

    Oración diaria para el 22 de marzo

    Oración diaria para el 22 de marzo

    Nuestro hogar, su palacio por Dominic Palmer

    Nuestro hogar, su palacio por Dominic Palmer

    La familia no es una iglesia por Mehmet Çiftçi

    La familia no es una iglesia por Mehmet Çiftçi

    Misteriosos Sonidos de Trompetas en el Cielo Aterran a Provincia Argentina en Plena Noche – Noticias Proféticas

    Misteriosos Sonidos de Trompetas en el Cielo Aterran a Provincia Argentina en Plena Noche – Noticias Proféticas

    La libertad de expresión bajo amenaza por Paul Coleman y Elyssa Koren

    La libertad de expresión bajo amenaza por Paul Coleman y Elyssa Koren