Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia. 2 Pedro 3:13
Señor nuestro Dios, Padre amado, que reunidos estemos en tu luz. Por medio de tu Espíritu, fortalece nuestros corazones para aferrarnos a ti, porque permaneces como nuestra ayuda, nuestro consejo y nuestro consuelo durante toda nuestra vida y por toda la eternidad. Envíanos a Cristo Jesús, el Salvador del mundo, y concede que una y otra vez podamos encontrar novedad de vida por medio de él. Concede que nos concentremos en él, quien ha resucitado de entre los muertos y ha de venir otra vez para completar la obra que comenzó en su vida en la tierra. Oh Señor Dios, recordamos tu promesa y permanecemos contigo. Tenemos poca fuerza, y así como estamos no puedes lograr nada a través de nosotros. Solo tú puedes cumplir tu promesa por medio de Cristo Jesús, a quien enviarás para terminar tu obra con su llegada final. Amén.