NOTICIACRISTIANA.COM- El diezmo es una práctica antigua, que ha sido parte de muchas culturas y religiones, a lo largo de la historia.
En el contexto cristiano, el diezmo se refiere, a la práctica de dar el 10% de los ingresos, a la iglesia o a causas religiosas.
Pero, ¿por qué diezmamos? ¿Cuál es el propósito y la importancia de esta práctica? A continuación, exploraremos las razones detrás del diezmo, desde una perspectiva bíblica y espiritual.
Una de las razones principales para diezmar, es la obediencia a Dios. En la Biblia, el diezmo es mencionado, como un mandato divino.
En el libro de Malaquías 3:10, Dios dice: «Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición, hasta que sobreabunde».
Este versículo, muestra que el diezmo es una forma de obedecer a Dios, y confiar en su provisión.
Diezmar, es una manera de reconocer, que todo lo que tenemos proviene de Dios. Al dar una parte de nuestros ingresos, estamos reconociendo que Dios, es el dueño de todo, y que nosotros somos simplemente administradores, de sus bendiciones.
Este acto de dar, nos ayuda a mantener una perspectiva correcta, sobre nuestras posesiones, y a recordar que dependemos de Dios, para nuestras necesidades.
El diezmo, también es una expresión de agradecimiento, y adoración a Dios. En Génesis 14:20, Abraham dio el diezmo, de todo lo que tenía al sacerdote Melquisedec, como una muestra de gratitud, por la victoria que Dios le había concedido.
De manera similar, cuando diezmamos, estamos expresando nuestra gratitud, por las bendiciones que hemos recibido, y adorando a Dios por su bondad, y fidelidad.
Diezmar es un acto de fe, y confianza en Dios. Al dar una parte de nuestros ingresos, estamos demostrando que confiamos en que Dios, proveerá para nuestras necesidades futuras.
En Hebreos 11:6, se nos dice que, “sin fe, es imposible agradar a Dios”. Al diezmar, estamos poniendo nuestra fe en acción, y confiando en que Dios, cumplirá sus promesas de provisión, y bendición.
El diezmo, también tiene un propósito práctico: apoyar la obra de Dios en la tierra. Los fondos recaudados, a través del diezmo, se utilizan para mantener las iglesias, apoyar a los misioneros, financiar programas de ayuda comunitaria, y muchas otras actividades, que promueven el evangelio, y ayudan a los necesitados.
Al diezmar, estamos contribuyendo al avance del reino de Dios, y al bienestar de nuestra comunidad.
Diezmar nos ayuda, a desarrollar la disciplina, y la generosidad. Al apartar regularmente, una parte de nuestros ingresos para dar, estamos cultivando un hábito de generosidad, y aprendiendo a vivir con menos.
Esta disciplina financiera, puede tener un impacto positivo, en otras áreas de nuestra vida, ayudándonos a ser más responsables, y a manejar mejor nuestros recursos.
La Biblia promete bendiciones, tanto espirituales como materiales, para aquellos que diezman fielmente.
En Lucas 6:38, Jesús dice: «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando, darán en vuestro regazo; porque con la misma medida, con que medís, os volverán a medir».
Este versículo sugiere, que cuando damos generosamente, recibiremos bendiciones en abundancia. Aunque no debemos diezmar, con la expectativa de recibir algo a cambio, es reconfortante saber que Dios, promete bendecirnos, cuando somos fieles en dar.
El diezmo, no solo beneficia a la iglesia, y a los individuos que diezman, sino que también tiene un impacto positivo, en la comunidad en general. Los fondos del diezmo, pueden ser utilizados, para apoyar programas de ayuda social, educación, salud, y otros servicios que benefician a la comunidad. Al diezmar, estamos contribuyendo al bienestar, de nuestra sociedad, y ayudando a aquellos, que están en necesidad.
Finalmente, diezmar es un testimonio de nuestra fe. Cuando diezmamos, estamos mostrando a los demás, que confiamos en Dios, y que estamos comprometidos con su obra. Este testimonio puede inspirar a otros, a seguir nuestro ejemplo, y a confiar en Dios, para sus necesidades.
En resumen, el diezmo es una práctica, que tiene profundas raíces bíblicas, y espirituales. Es una forma de obedecer a Dios, reconocer su soberanía, expresar gratitud, y adoración, demostrar fe y confianza, apoyar la obra de Dios, desarrollar disciplina, y generosidad, recibir bendiciones, impactar positivamente a la comunidad, y dar testimonio de nuestra fe.
Aunque puede ser un desafío para algunos, el diezmo es una práctica, que puede traer grandes bendiciones y crecimiento espiritual, a nuestras vidas.
Artículo por: Crosswalk.com.
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