La Semana Santa es la semana espiritual más intensa en la vida de un católico. En ella recordamos la pasión, muerte y resurrección del Señor, y se da paso a la Pascua. ¿Alguna vez te has preguntado por qué todos los años cambia de fecha? Aquí te lo explicamos.
La Iglesia tiene determinadas fechas para conmemorar momentos especiales en la historia de la fe. Por ejemplo, Navidad siempre es celebrada el 25 de diciembre, el día de todos los santos siempre el 1 de noviembre, etc. Pero la Semana Santa siempre cambia de fecha, aunque por lo general se da entre los meses de marzo o abril.
Para responder a esta pregunta tenemos que conocer los orígenes de la Semana Santa.
La Biblia nos muestra la Última Cena (que recuerda a todos los Católicos el Jueves Santo con la Misa en Coena Domini) se dio dentro del contexto del Seder de Pesaj.
El Seder de Pesaj es un conjunto de ritos con el que los judíos daban inicio a la celebración de la Pascua en la que recuerda la forma milagrosa en la que Dios los liberó de la esclavitud por parte de los egipcios.
Por eso la fecha en la que los católicos hoy celebramos la Semana Santa depende mucho de la fecha en la que los judíos celebran su Pascua.
De acuerdo a la ley judía, ellos deben celebrar su liberación de la esclavitud el día 15 del mes de Nisán, que comienza con la primera luna llena de primavera. Esa fecha, según nuestro calendario gregoriano, hace que el Domingo de Pascua siempre ocurra entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Por cierto, esa es otra de las razones por las cuales en Viernes Santo, día de la muerte de nuestro Señor, siempre mar viernes de luna llena.
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