¿Quién es realmente la Virgen de Guadalupe?
En México, América, Filipinas y muchos otros lugares del mundo, el 12 de diciembre de todos los años se celebra el día de la Virgen de Guadalupe, en honor de la imagen que tiene la tradición católica más importante y con mayor culto en México. Pero ¿quién es realmente la Virgen de Guadalupe?Históricamente, se trata de la mismísima deidad azteca 'Tonantzín' que cedió su lugar a la "María" católica. Antes de la llegada de los españoles, los mexicas sí creían en una diosa madre morena (al igual que en otras religiones paganas), que tuvo un hijo guerrero que los condujo a la tierra prometida, dónde fundaron una ciudad flotante. Pero su nombre no era Guadalupe sino Tonantzín y su hijo tampoco se llamaba Jesús sino Huitzilopochtli. Esa es la realidad que los españoles católicos deformaron a su conveniencia para negarles identidad, para quitarles sus creencias más sagradas y ocultarnos la verdad que nos ocultaron, para hacer de aquella madre morena un negocio y de nuestras voluntades, una moneda de cambio.
¿Pero es esto correcto? No, por varias razones. Primero porque tiene orígenes sincretistas como muchas de las prácticas sincretistas que se tiene en México (como la tradicion mexicana del Día de los Muertos) donde se mezclan el paganismo de los indígenas aztecas con tradiciones del catolicismo romano. En otras palabras, que cambien el nombre y la vestimenta (como hicieron los romanos con los dioses griegos) con “elementos cristianos” no significa que será del agrado de Dios o que tiene que aceptarlo. Al contrario, mezclar ideas paganas con el cristianismo o en la adoración de Dios (sincretismo) no lo hace cristiano. Al contrario, eso es profanar las cosas de Dios y condenado en la Biblia (Vea Éxodo 32:5, 17-20; Deuteronomio 18:9-14; Levítico 10:1,2,10; 18:30; 1 Samuel 15:21-22; Ezequiel 22:26; Romanos 12:1-2; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22). De hecho, Dios juzgó varias veces a Israel por ese mismo pecado y como dice Job 14:4, “¿Quién hará limpio lo inmundo? Nadie.”
Además, el problema de la Virgen de Guadalupe no es solo su historia pagana sino sus implicaciones teológicas ya que la Biblia condena la necromancia (comunicación con los muertos como María) pues solo hay un Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo. No dos Mediadores (Vea Isaías 8:19; 1 Timoteo 2:5 y Deuteronomio 18:9-12). Además, si Jesús intercede por nosotros (Vea Hebreos 7:25) entonces ¿por qué necesitamos que María o los santos intercedan por nosotros? ¿A quién escuchará Dios que sea más cercano que Su Hijo? Romanos 8:26-27 describe al Espíritu Santo intercediendo por nosotros. Con el segundo y tercer miembro de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre en el Cielo, ¿qué posible necesidad habría de tener a María o a los santos intercediendo por nosotros?
No solo eso, para que María pueda escuchar las oraciones de todos los creyentes y alrededor del mundo tendría que ser omnipresente lo cual es un atributo divino que solamente le pertenece a Dios (Salmo 73:25; Salmo 139:11-12 y 1 Corintios 8:6). Por tanto, los cristianos no odiamos a la verdadera María (quien por cierto no se llama “Guadalupe” tampoco). Simplemente no la adoramos ni la tratamos como si fuera una diosa porque solamente la consideramos una gran hermana en Cristo, no nuestra madre. Sin olvidar que cada año muchos católicos (hombres y mujeres) andan largas distancias de rodillas con los brazos tiesos a los lados y otros a cuatro patas hasta llegar a al altar de la Virgen de Guadalupe en sus peregrinaciones. Al llegar a la basílica de la capital exhiben las heridas, el negror de la piel quemada y amoratada, el rojo de la sangre y de la carne viva. Sin embargo esto no tiene nada de cristiano puesto que en 1 Timoteo 4:1-5 advierte contra tales prácticas contra nuestro cuerpo, al igual que Filipenses 3:2 y Colosenses 2:21-23.
En fin, idolatría es idolatría, no importa el nombre que le ponga al ídolo (1 Juan 5:21), saludos.