Una cámara de seguridad en Cabo Rojo (Puerto Rico), captó un extraño meteoro luminoso el pasado 25 de septiembre a primera hora de la mañana. En las imágenes se aprecia un fugaz fogonazo ascendente sobre un cielo estrellado, la duración de apenas unas milésimas de segundo. ¿De qué fenómeno se trata?
Lo que se observó en Puerto Rico es un Evento Luminoso Transitorio de la alta atmósfera (ELT). Son manifestaciones luminosas eléctricas que se producen por encima de grandes nubes de tormenta en una región de la atmósfera conocida como mesosfera. Son, por tanto, fenómenos eléctricos asociados a los rayos de las tormentas, especialmente los de polaridad positiva.
Los campos electromagnéticos provocados por descargas eléctricas potentes en las tormentas, se extienden verticalmente, excitando determinadas partículas en la ionosfera. Existen tres tipos principales de Eventos Luminosos Transitorios ordenados de mayor a menor frecuencia de observación:
Son descargas luminosas en forma de medusa, agrupados, y de muy corta duración (apenas unos milisegundos). Son de color rojo, aunque pueden tener filamentos azulados en la parte inferior. Se inician a unos 40-100 km sobre la nube de tormenta y se extienden verticalmente, de abajo a arriba. Van asociados a rayos nube-tierra potentes, en grandes sistemas convectivos.
Son chorros luminosos de color azul proyectados en forma de cono estrecho, desde el yunque de una nube de tormenta hacia capas altas de la atmósfera. Al igual que los espectros rojos, duran apenas una fracción de segundo y pueden extenderse hasta los 50 km de altitud.
El fenómeno se desencadena a partir de una potente descarga eléctrica nube-tierra en el seno del cumulonimbo. Son más luminosos que los espectros rojos, pero mucho más difíciles de ver.
Son anillos expansivos, luminosos, difusos y de color verdoso o rojizo, con un diámetro medio de unos 400 km. Ocurren en la ionosfera, a unos 100 km de altitud respecto de la superficie y asociados a descargas eléctricas en las nubes de tormenta.
Son incluso más rápidos que los espectros rojos o chorros azules, durando apenas un milisegundo, por lo que es imposible detectarlos a simple vista. Los elfos fueron descubiertos por primera vez en una misión espacial sobre la Guayana Francesa, en octubre de 1990.
Estos fenómenos son poco luminosos y de muy corta duración por lo que son casi imperceptibles a simple vista. Suelen observarse con equipos de cámaras sensibles a la luz y siempre durante la noche.
Para observarlos necesitaremos un cielo nocturno libre de nubes y contaminación lumínica artificial o de la luna. Deberemos posicionarnos lejos de la tormenta (100-300 km) de modo que la nube ocupe solo la porción inferior del cielo, en el horizonte. La observación será más fructífera con una cámara que permita hacer fotos de larga exposición y con alta sensibilidad a la luz (ISO). Se trata de fenómenos raros, por lo que la paciencia será nuestra mejor aliada.
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