Refutando el Argumento de la Tumba de María
La supuesta tumba de María en Jerusalén se encuentra en un templo (llamado la Basílica de la Asunción o Dormición) construido en el siglo IV y solo puede ser visitada por ortodoxos griegos y armenios. Aunque con excepción de los católicos romanos a quienes se les deja entrar pero solo una vez al año para celebrar la fiesta de la Asunción de María. De hecho, es el segundo sepulcro más venerado en Jerusalén. Un argumento que utilizan muchos apologistas católicos para tratar de justificar la Asunción de María es afirmar gratuitamente que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte y que el hecho de que no se encuentra su cuerpo en su tumba es prueba de que fue asunta al cielo. En debates con protestantes y evangélicos los escuchamos diciendo, “Si María no fue asunta al cielo entonces ¿dónde está su cuerpo? Si nadie lo sabe o si nadie ha podido encontrarlo es porque resucitó y subió al cielo en cuerpo y alma.” Sin embargo, se puede mencionar por lo menos 6 problemas con este tipo de argumento falaz:
1) El argumento contradice su otro dogma de la inmaculada concepción pues la Biblia enseña que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). Por tanto y bíblicamente hablando, si María murió es porque era pecadora y necesitaba un Salvador como cualquier otra persona lo cual ella misma reconoció en Lucas 1:46 y 2:22. Algunos católicos dicen que María no murió, sino que durmió. Sin embargo, en la Biblia la palabra “dormida” puede referirse en forma simbólica o descriptiva a la muerte, porque un cuerpo muerto da la apariencia de estar dormido (Lucas 8:52; 1 Corintios 15:6, 51-53 y 1 Tesalonicenses 4:13-17). Por tanto, la llamada Dormición de María solo puede tener sentido bíblico si se refiere a su muerte física. Otros como el P. Joaquín Cardoso dicen que, ella sí murió, pero por nuestros pecados (como Jesucristo). Sin embargo, no hay respaldo bíblico, ni histórico para esta postura.
Además, negar que María haya muerto es contradecir su propio magisterio pues en la página del Vaticano se puede leer al papa Juan Pablo II admitiendo que la idea de que María fue liberada de la muerte era desconocida hasta el siglo XVII y que los antiguos teólogos como Santiago de Sarug (+521), Modesto de Jerusalén (+634) y Juan Damasceno (+704) ella sí murió. (Juan Pablo II, Audiencia General, miércoles, 25 de junio de 1997, La Dormición de la Madre de Dios). Hasta los Padres de la Iglesia hablan de su muerte. El mismo hecho de que hay dos viejas tumbas de María (una en Jerusalén y otra en Efeso) demuestra que en el pasado los católicos creían que ella murió y no solo Juan Pablo II sino Bartolomé I (en 2010), Patriarca de Constantinopla y de la iglesia ortodoxa griega también lo reconoce y hasta conmemoran su muerte cada 15 de agosto. De hecho, esta es la razón por la que los ortodoxos griegos no aceptan la supuesta inmaculada concepción de María puesto que muerte demuestra o refuta que nació con el pecado original.
Creer que María fue inmaculada y que murió es contradecirse pues la causa de muerte es el pecado. Sabemos que Cristo murió no por sus pecados sino porque cargó el de todos nosotros sin conocer el pecado. Pero ¿y María? ¿Qué causó su muerte? ¿Sus pecados o el de los demás? Entendemos que algunos católicos explican su muerte diciendo que junto a Cristo ella murió por nosotros también y por eso la llaman co-Redentora y sin embargo tal creencia no es solo extrabíblico sino antibíblico. La Biblia no dice que “por un hombre y una mujer” somos redimidos del castigo del pecado y la muerte sino solo por “un solo hombre, Jesucristo” (Romanos 5:12-17 y 1 Corintios 15:21). Además, según las mismas tradiciones apócrifas de la cuales se fundamentan los católicos para su asunción y resurrección anticipada María murió por causas naturales, no porque murió por nuestros pecados y sus padres eran pecadores. Por tanto, la inmaculada concepción no se sostiene bíblicamente, ni históricamente.
2) El segundo problema es que apela a una falacia non sequitur porque yo también podría hacer la misma pregunta, ¿dónde está el cuerpo de Santiago? ¿Dónde está el cuerpo de Juan el Bautista y de todos los apóstoles y de todos los profetas de la Biblia? Muchos de los cuerpos de los grandes hombres y mujeres de la Biblia al igual que de otras figuras históricas de la antigüedad tampoco se han encontrado, ¿significa eso que todos ellos también fueron asuntos al cielo? No, ¿verdad? Por tanto, estas apelando a una falacia que no se sigue porque el cuerpo desaparecido de una persona no significa que haya sido arrebatado al cielo. A menos que lo puedas probar con la Biblia (como es el caso de Jesús, Enoc y Elías) y no con documentos falsos como los apócrifos los cuales fueron condenados por sus propios papas. En otras palabras, hay evidencias bíblicas y buenos argumentos filosóficos e históricos sobre la resurrección y ascensión de Jesús, pero no hay ninguna de María.
3) ¿Cuál tumba? Porque hay una gran diferencia entre la resurrección de Jesús la cual ya se circulaba en la iglesia apenas 30 años de lo sucedido mientras que en la de María tenemos 600 años de silencio donde las mismas fuentes católicas como aciprensa.com (Agencia Católica de Información) admiten que durante 6 siglos no se supo nada sobre la tumba de María y todavía no se sabe con seguridad, mas 1900 años para que este dogma se consolidara y encima de todo eso sus fuentes provienen de libros apócrifos de sectas heréticas. Como escribe el historiador Giovanni Meigge, “Ella [María] partió de este mundo de manera humilde y modesta tal como vivió, y nadie recuerda su lugar de entierro, incluso si una tradición de a mediados del siglo 5 ubicara su sepultura cerca de Jerusalén en el Huerto del Getsemaní.” (Giovanni Miegge, La Virgen María, p. 85).
Hasta Epifanio de Salamina admitió que no sabía que había ocurrido con el cuerpo de María (Epifanio, Panurion, Haer. 78:10-11, 23). Mientras que Isidro de Sevilla, Jerónimo quien vivió en Palestina y el testimonio de la Patrística tampoco saben. Además, supuestamente hay dos tumbas vacías de María, una en Jerusalén y la otra en Éfeso y ambas especulaciones no se basan en evidencia científica ni en evidencia histórica sino en una fabulada escena de los libros apócrifos. De hecho, el templo de la iglesia ortodoxa griega en Jerusalén (llamada la Basílica de la Dormición) no solo clama tener el sepulcro de María sino también el de su marido, José y el de sus “padres”, Joaquín y Ana. Ahora de ¿dónde se saca esta información de que los padres de María se llamaban Joaquín y Ana y qué evidencia tienen para decir que su iglesia alberga realmente los padres de María también? De nuevo, en lo mismo, de los libros apócrifos como el Protoevangelio de Santiago.
4) El mismo arqueólogo, Bellarmino Bagatti (católico y sacerdote franciscano por cierto) que hizo el supuesto descubrimiento de la tumba de María admite que llegó a esa conclusión en base a los libros apócrifos. En otras palabras, no fue en base de una evidencia científica o histórica lo cual explica el por qué la gran mayoría de los arqueólogos no están de acuerdo con los datos de Bagatti los cuales ni siquiera han sido sujetos por el Peer Review ni verificados o analizados por la comunidad arqueológica en general o un consenso científico para su validación. Además, de que la datación de las recamaras también es incierto y por eso muchos académicos dudan de la autenticidad de tal sepulcro.
Sin olvidar que el sepulcro que está en Jerusalén es intocable ya la iglesia ortodoxa no permite a nadie que no sea de su misma religión a entrar a esa iglesia con la excepción de los católicos romanos y eso es solo una vez al año para celebrar la fiesta de la Asunción de María cada 15 de agosto. Por tanto, el católico que quiera creer que el sepulcro que está en Jerusalén o en Éfeso es de María lo hace poniendo su fe ciega no en la ciencia o en la arqueología sino en un arqueólogo católico cuyo trabajo independiente no ha sido corroborado por pares.
De hecho, antes de asumir que María fue asunta al cielo desde ese sepulcro el apologista católico primero tendría que probar que esa tumba que se encuentra en Jerusalén o en Éfeso es realmente de María lo cual complicaría más su postura porque no existe prueba científica ni histórica para ello sino solo libros apócrifos. En otras palabras, si van a traer este tema de la supuesta tumba vacía de María entonces ellos tienen la carga de prueba de demostrarlo. Así que, ¿qué evidencias científicas tienen para demostrar que dicho sepulcro es realmente de María? Ninguna. Además, tenga en mente que antes de su supuesto descubrimiento ya Bagatti como sacerdote católico creía de antemano que la Asunción de María tuvo lugar en Jerusalén por tanto ¿cómo saben los apologistas católicos que este católico no está mintiendo como han hecho los científicos evolucionistas con el fósil fraudulento de Piltdown?
5) No es sorpresa que la alegada ataúd de María se haya convertido en un gran lugar turístico de atracción y objeto de veneración (o adoración) pues no solo se dice que en esa Iglesia del Sepulcro se encuentra la tumba de María, sino también las tumbas de su esposo José y la de sus supuestos padres, Joaquín y Ana (cuya primera fuente también viene de un libro apócrifo llamado el Protoevangelio de Santiago y de mucho después de la vida de Jesús). De hecho, no existe evidencia física de tales historias de los padres de María sino solo datos relativos que muy posiblemente son añadidos tardíamente en el siglo II. Tampoco se puede ignorar el culto y tráfico de muchas falsas reliquias de los famosos santos (incluyendo de María) era muy popular en aquellos tiempos, principalmente durante la edad medieval, aunque los resultados eran muy absurdos.
Por tanto, si la iglesia católica clamaba tener la leche conservada de María, las plumas de las alas de los ángeles Gabriel y Miguel, los clavos de la cruz de Cristo, más de 19 iglesias dicen tener la quijada de Juan el Bautista, hay más de tres tumbas de Santiago, un pelo de Pedro, los dedos de los apóstoles, las monedas de Judas, pajas del pesebre de Jesús y otras falsas reliquias que inventaron obviamente para sacar dinero a la gente ignorante entonces ¿qué nos garantiza que el supuesto sepulcro de María que está en Jerusalén o en Éfeso no es otra falsa reliquia que por cierto fue usada en el pasado para sacarle dinero a los peregrinos que la visitaban? Como indica Titilar “las puertas del “Santo” Sepulcro solo se abrían para los peregrinos que pagaban bien”. De hecho, después del Concilio Vaticano la misma “iglesia” católica le quitó el status de “sagrada” a muchas de estas reliquias y la cambió por la palabra “leyenda vía”. Por tanto, ¿qué nos garantiza de que los pretendidos sepulcros que está en Jerusalén son realmente de María, José, Joaquín y Ana (si es que los últimos dos realmente existieron)? ¿Literatura apócrifa?
Algunas personas (incluyendo cristianos evangélicos y protestantes) se sorprenden al enterarse de que nadie sabe con certeza donde está la tumba de María siendo ella la madre del Señor y Salvador del mundo. Sin embargo, quizás Dios lo quiso así porque sabía en Su omnisciencia que mucha gente tendería a adorar a la creación (María) en vez del Creador (Jesús) (Romanos). Por tanto, si Dios ocultó el cuerpo de Moisés para que el pueblo de Israel no le rindiera culto idolátrico ¡imagínese a María quien fue la madre de Jesús! (). Pasajes como Juan 3:13…. parecen indicar que ya Jesús veía la mariolatría que iba de venir primero en la literatura apócrifa y asuncionista de sectas heréticas y gnósticas (como los coliridianos) y luego dentro de la iglesia imperial del catolicismo romano.
6) Aun si el sepulcro que está en la Basílica de la Dormición en Jerusalén o el de Éfeso fuera realmente de María, el dogma de la Asunción como respuesta a su tumba vacía no podría ser la correcta porque contradeciría el orden, la naturaleza y el propósito de la resurrección de los muertos lo cual ocurrirá cuando Cristo venga. No antes. En 2 Corintios 15:22-23 el apóstol Pablo confirma esto diciendo, “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.” Por tanto, ¿en qué orden está María ahí? pues aquí no dice, “Cristo y luego María” sino que el texto está primeramente en singular (refiriéndose solo a Cristo) y luego en plural en referencia a todos los creyentes (lo cual incluiría a María).
Juan tampoco la incluyó en Juan 3:13 cuando dijo que “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” (Juan 3:13) y eso que este evangelio fue escrito por Juan en un tiempo cuando se supone que ya María había sido asunta al cielo. Sin embargo, Juan no la menciona. Al contrario, afirma que solo Cristo fue ascendido al cielo en cuerpo y alma. Por tanto, si la Asunción de María de verdad ocurrió entonces ¿por qué los apóstoles quienes supuestamente fueron todos testigos oculares de dicho “milagro” de María la excluyeron en sus escritos? Lo mismo se hace en Hechos 1-6. Por tanto, la supuesta resurrección o arrebatamiento anticipada de María no aparece en las Escrituras. Al contrario, la contradice.