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Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
En este Salmo, Dios nos habla a cada uno de nosotros con estas palabras, a sus siervos, los que hemos aceptado y creído en su amado Hijo Jesús.
Dios se complace no solo en hablarnos, sino también en estar y habitar con nosotros, mediante su espíritu. Él nos quiere instruir, nos quiere revelar, nos quiere discernir y encaminar a él, para que seamos salvos.
Es así que, unas de las principales cosas que debemos de hacer es comprender su propósitos con cada uno de nosotros. De forma que debemos aprender el camino, que fue el que Jesús y los discípulos enseñaron, debemos escudriñar las escrituras.
No obstante, Dios fija sus ojos sobre cada uno de nosotros, para guardarnos de todo mal. y siempre nos da esperanza en su palabra, Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
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