Olas de tsunami de más de un metro de altura sacudieron el lunes el centro de Japón tras una serie de fuertes terremotos que causaron la muerte de al menos seis personas, dañaron viviendas, cerraron carreteras y llevaron a las autoridades a instar a la población a correr hacia zonas más altas.
El sismo de magnitud 7,5, sacudió la región de Noto, en la prefectura de Ishikawa, en el lado del Mar de Japón de la principal isla central de Honshu, hacia las 16:10 (0710 GMT), según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
La agencia meteorológica japonesa situó la magnitud del temblor en 7,6 e indicó que se trataba de uno de los más de 50 seísmos de magnitud 3,2 o superior que sacudieron la región en la festividad de Año Nuevo -cuando las familias se reúnen y visitan santuarios- durante varias horas.
Los canales de televisión interrumpieron los servicios normales con una programación especial que incluía al primer ministro, Fumio Kishida, instando a la población de las zonas de peligro a “evacuar lo antes posible” a terrenos más elevados.
“¡Somos conscientes de que su hogar y sus pertenencias son preciosos para ustedes, pero sus vidas son importantes por encima de todo! Corran al terreno más alto posible”, dijo a los telespectadores un alarmado presentador de la cadena NHK.
Olas de al menos 1,2 metros (cuatro pies) de altura golpearon el puerto de Wajima sólo unos 10 minutos después del seísmo más fuerte, y se informó de una serie de tsunamis más pequeños en otros lugares, tan lejos como la isla principal más septentrional de Hokkaido.
Un video mostró un tsunami golpear las cosas de la ciudad de Shika, que alberga una planta nuclear junto al mar.
La Agencia Meteorológica de Japón emitió una alerta de “gran tsunami”, es decir, olas de hasta cinco metros, pero no se registraron más incidentes importantes y la JMA rebajó posteriormente su alerta a tsunamis de hasta tres metros.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico de EE.UU., que había advertido de posibles tsunamis a lo largo de 300 kilómetros de costa, también dijo unas cuatro horas después del gran terremoto que el peligro de tsunami había “pasado en gran parte”.
Rusia también emitió una alerta de tsunami para la isla de Sajalín y Vladivostok, en su extremo oriental. Al parecer, Corea del Norte hizo lo mismo.
La JMA advirtió a los residentes locales de la posibilidad de que se produjeran nuevos seísmos durante la próxima semana, especialmente en los próximos dos o tres días.
El gobierno japonés dijo que aún estaba evaluando el alcance de los daños causados y si había habido víctimas por el terremoto, que se sintió en la capital, Tokio, a 300 kilómetros de distancia.
Las imágenes en las redes sociales mostraban coches y casas en Ishikawa sacudiéndose violentamente y gente aterrorizada encogida en tiendas y estaciones de tren. Las casas se derrumbaron y aparecieron enormes grietas en las carreteras.
“Nunca había vivido algo así, fue aterrador. Salí enseguida, pero el suelo temblaba”, declaró un anciano a la cadena NHK.
“Me asusté al ver temblar los postes de electricidad”, añadió un joven.
Un vídeo publicado en la plataforma de redes sociales X mostraba hileras de casas de madera derrumbadas por los sismos, con paredes y tejados derrumbados.
“Este es el distrito Matsunami de Noto. Estamos en una situación horrible. Por favor, vengan a ayudarnos. Mi ciudad está en una situación horrible”, dice una persona a la que se escucha en el vídeo.
El portavoz del gobierno, Yoshimasa Hayashi, dijo que había informes de que seis personas se encontraban entre los escombros de los edificios derrumbados, pero no dio más detalles.
La policía dijo que estaba investigando los informes de que dos personas se encontraban sin signos vitales en la ciudad de Nanao tras el terremoto.
Los bomberos de la zona de la prefectura de Ishikawa afectada por el terremoto afirman haber recibido numerosos informes de casas derrumbadas y llamadas de auxilio de residentes atrapados bajo ellas en las ciudades de Wajima y Suzu, y los pueblos de Anamizu y Noto.
Los funcionarios dijeron estar desbordados por el número de personas que piden ayuda. Una estación de bomberos de la ciudad de Wajima dijo que ha recibido más de 30 llamadas de personas sobre casas que se han derrumbado. Algunas de las personas que llamaron dijeron que las personas atrapadas bajo los edificios estaban inconscientes. Una persona dijo que se había derrumbado un edificio de oficinas.
Las imágenes emitidas por televisión mostraban un gran incendio en Wajima que había arrasado una hilera de casas, con personas siendo evacuadas en la oscuridad, algunas con mantas y otras llevando bebés.
“Hay un gran incendio. No podemos decir de inmediato cuántas casas están afectadas por él”, dijo a la AFP un bombero del Departamento de Bomberos de Wajima. “Por ahora, cuatro camiones de bomberos están allí”, mientras que otros equipos luchan por llegar a la escena debido a las carreteras dañadas y otros obstáculos, dijo.
Alrededor de 33.500 hogares de los alrededores del epicentro, en las prefecturas de Toyama, Ishikawa y Niigata, se quedaron sin electricidad, según informaron las empresas locales de servicios públicos.
Según los informes, muchas casas se derrumbaron en la ciudad de Suzu, en Ishikawa, donde el hospital está recibiendo un gran número de heridos. Las carreteras dañadas están retrasando el transporte de los heridos. El hospital funciona con sus propios generadores, ya que el distrito circundante se ha quedado sin electricidad. Se prevé que las temperaturas en la zona afectada desciendan hasta alrededor de 1 ºC durante la noche.
Varias autopistas importantes fueron cerradas alrededor del epicentro, dijo el operador de carreteras de Japón, y los servicios del tren bala Shinkansen también fueron suspendidos entre Tokio y el epicentro en Noto. El diario económico Nikkei informó que también se han suspendido los servicios ferroviarios en el noreste del país y en el centro y norte del litoral occidental.
Al parecer, se interrumpieron los vuelos y la cobertura de telefonía móvil, y muchas tiendas cerraron.
El ministro de Defensa, Minoru Kihara, declaró que 1.000 militares se preparaban para acudir a la región, mientras que otros 8.500 estaban en estado de alerta. Se enviaron unos 20 aviones militares para inspeccionar los daños.
El día de Año Nuevo es la principal fiesta de invierno en Japón y muchas familias tendrán que volver a visitar a sus parientes en sus ciudades de origen desde grandes ciudades como Tokio y Osaka.
Los residentes de la capital del país han constatado temblores en los edificios a consecuencia del temblor pero de momento no se tiene constancia de víctimas en la metrópolis.
La oficina del primer ministro nipón, Fumio Kishida, convocó un gabinete de crisis para gestionar la situación.
La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón declaró que no se habían detectado problemas en los reactores de ninguna de las centrales nucleares de la zona afectada en una rueda de prensa celebrada hacia las 18.30 horas. Sin embargo, se han confirmado vertidos de petróleo y otros daños menores en las instalaciones nucleares de la zona.
La operadora Kansai Electric Power Company no ha constatado daños en las centrales nucleares de Ohi y Takahama, en la prefectura de Fukui, dos de las más vulnerables del litoral oeste ante un posible seísmo, recoge la cadena pública japonesa NHK.
Tampoco se ha visto afectada de momento la central de Kashiwazaki-Kariwa, según un comunicado de la Tokyo Electric Power Company (TEPCO) recogido por el Asahi Shimbun.
Dos de los reactores actualmente en funcionamiento en la zona, en la central de Shika, en Ishikawa, no estaban en marcha en el momento de los temblores debido a una revisión programada.
La mayoría de los 54 reactores de Japón están fuera de servicio desde la catástrofe nuclear de Fukushima de marzo de 2011, desencadenada por un terremoto de magnitud 9 y un tsunami devastador.
Japón cuenta con estrictas normas de construcción para garantizar que los edificios puedan resistir fuertes terremotos y realiza habitualmente simulacros de emergencia para prepararse ante una sacudida de gran magnitud.
Pero el país está atormentado por el recuerdo de un enorme terremoto submarino de magnitud 9,0 frente al noreste de Japón en marzo de 2011, que desencadenó un tsunami que dejó alrededor de 18.500 muertos o desaparecidos.
El tsunami de 2011 también provocó la fusión de tres reactores de la central nuclear de Fukushima, causando el peor desastre de la posguerra en Japón y el accidente nuclear más grave desde Chernóbil.
En marzo de 2022, un terremoto de magnitud 7,4 frente a la costa de Fukushima sacudió amplias zonas del este de Japón y causó tres muertos.
La capital, Tokio, fue devastada por un gran terremoto hace un siglo, en 1923.
(Con información de EFE y AFP)