El gobernador de Hawái aseguró que el número de muertos por los incendios que han devastado parte del archipiélago durante los últimos días, especialmente la isla de Maui, donde ha ascendido a 99, cifra que “aumentará significativamente”.
“(El número de muertos) crecerá de forma muy significativa. Estamos estudiando todas las cifras”, declaró el gobernador de Hawái, Josh Green, a la cadena CNN, quien ha adelantado que esta cantidad podría llegar a doblarse en los próximo diez días.
Green declaró que los esfuerzos por encontrar a más desaparecidos, cuyo número aún no está claro, están siendo lentos pero constantes debido a las malas condiciones, pues en algunas zonas las temperaturas siguen siendo muy altas para los perros rastreadores, que solo pueden aguantar 15 minutos de trabajo seguidos.
La agencia de calificación crediticia Moody’s Analytics cifró los daños causados por las llamas entre 3.000 millones y 7.500 millones de dólares.
De los tres principales fuegos registrados en Maui, uno lleva ya días contenido al cien por cien, mientras que los otros dos lo están en un 60 y un 80 por ciento, según el condado. Algunas zonas siguen bloqueadas y el jefe de la Policía, John Pelletier, estimó el fin de semana que apenas se había rastreado el 3 por ciento de las áreas calcinadas.
De forma paralela a los trabajos de extinción y rastreo, avanzan también las peticiones de rendición de cuentas, con algunas voces que llaman a esclarecer por qué no funcionó a tiempo el sistema de alerta o si el cableado eléctrico tuvo algo que ver en el inicio de los incendios, avivados por los vientos huracanados.
De acuerdo con las autoridades locales, desde hoy lunes, y para agilizar los viajes al oeste de Maui, comenzará a funcionar un sistema que utiliza carteles de acceso para garantizar una gestión eficiente del tráfico y priorizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera.
Así, se emitirán carteles según las siguientes categorías: residentes del oeste de Maui, personal del centro turístico de West Maui, personal de primeros auxilios, personal médico, personal de servicios públicos, personal del condado, personal de transporte de suministros y voluntarios.
Hay áreas de Lahaina y Upper Kula en los que no se puede beber el agua corriente (ni siquiera después de hervida) y se recomienda usar agua embotellada para beber, cepillarse los dientes, hacer hielo y preparar alimentos hasta nuevo aviso.
Para facilitar esa situación se han habilitado varios puntos de suministro de agua potable, lo mismo que para alimentos y otras necesidades, y también siguen abiertos los refugios de emergencia.
Esta tragedia está considerada ya el desastre natural más mortífero de la historia reciente de Hawái y la ola de incendios que más vidas se ha cobrado en Estados Unidos en más de un siglo: en 1918, 453 personas murieron en una serie de fuegos en Minesota y Wisconsin.
(Con información de Europa Press y EFE)
Seguir leyendo: