Activada en el interior de Mxico la prealerta mxima por la explosividad de la erupcin

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En la comunidad de Santiago Xalitzintla llueve ceniza volcnica desde hace varios das. Sus vecinos barren constantemente las calles para retirar el polvo txico y abrasivo que irrita los ojos, la piel y las vas respiratorias, mancha la ropa, atasca las tuberas, daa los motores de los coches y enturbia el ambiente. Esta poblacin ubicada a los pies del Popocatpetl, considerado como el segundo volcn activo ms peligroso del mundo, es la primera en soportar las consecuencias de su reciente despertar. Estn acostumbrados a ello y, por eso, viven con relativa tranquilidad la activacin del protocolo Amarillo Fase 3, el nivel previo a la alerta de mxima peligrosidad que implicara la evacuacin inmediata de las comunidades ms cercanas al Popo.

Slo se ha llegado a ese extremo en dos ocasiones: en 1994, cuando el volcn se activ tras pasar siete dcadas dormido, y en el 2000, cuando 41.000 tuvieron que desalojar sus hogares ante el riesgo inminente de erupcin. Vivir a menos de 12 kilmetros de un volcn activo implica vivir siempre con una maleta preparada. Tambin acostumbrarse al ruido constante de las erupciones, al olor a azufre y a llenar cubos enteros de ceniza. En esta regin del interior de Mxico, confluyen dos imponentes volcanes, el Popocatpetl y el Iztacchuatl, que las comunidades prehispnicas identificaban con los cuerpos de una princesa y un gran guerrero que vivieron un romance truncado por la guerra. Su amor fue tan grande que, cada vez que el Popo se acuerda de su amada, la tierra tiembla y su antorcha vuelve a iluminarse.

En comunidades como Santiago Xalitzintla, el volcn se eleva a la condicin de deidad, como un ser capaz de presagiar acontecimientos y castigar malos comportamientos. “Esto es un aviso de lo mal que tratamos a la naturaleza”, asegura a EL MUNDO Tomasa Sevilla, mientras hace fila junto a otros vecinos para recibir un kit de proteccin de ante la cada de ceniza volcnica que incluye mascarillas, gafas de proteccin, una bata, gotas para los ojos, hidrocortisona y gasas. Ante la presencia de varios medios, un grupo de funcionarios del Gobierno de Puebla reparte el material mientras piden un “viva por el gobernador”. Lisbeth Agustn Cadena agradece la entrega, ya que sus dos nios pequeos sufren desde hace varios das “malestar en los ojos y la piel y comezn en el cuerpo”.

Vidalia lleva ms de medio siglo viviendo a los pies del volcn, le ha tocado evacuar en dos ocasiones y, sin embargo, no recuerda un episodio tan difcil como ste: “No se haba visto como hasta ahorita. Ha cimbrado la tierra y ha tronado el volcn ms fuerte que otras veces“. A pesar del temor generalizado, hay personas que lo ven con otros ojos. Tomasa Sevilla fue una de las que se neg a evacuar el pueblo en 1994: “Tena 18 aos y me qued con mi pap en casa, la gente tard tres semanas en volver”. Veinte aos despus, insiste en que “no tengo miedo” y en que le gusta admirar las erupciones desde su casa por la noche. “Salen luces, piedras y tiene todo rojo alrededor, es muy bonito”.

El investigador Hugo Delgado, vulcanlogo de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, lleva das monitoreando la actividad del Popocatpetl en el conocido Paso de Corts, dentro de la zona restringida. Segn explica a este diario, lo que se est produciendo estos das es “el ingreso de un nuevo cuerpo de magma en la parte baja del edificio volcnico. Ese material tiene una cantidad importante de gases que son el motor de las erupciones explosivas”. Resulta complicado determinar lo que ocurrir en las prximas semanas, aunque Delgado llama a la calma: “Esto ha ocurrido ms veces, lo normal es que se mantenga un nivel alto de actividad y emisin de cenizas durante varias semanas o meses, lo importante es que sigamos con el monitoreo para detectar cambios de tendencia”.

Prealerta mxima

Tras seis das de explosiones ininterrumpidas, el nivel de alerta se ha elevado hasta el Amarillo Fase 3, lo que ha provocado la suspensin de las clases escolares en municipios de cuatro estados vecinos. Las columnas de ceniza provocaron tambin la cancelacin de ms de 1.200 vuelos en la capital del pas durante el fin de semana. Ms de nueve millones de personas viven a menos de 20 kilmetros del crter, de ah que el Popo sea uno de los volcanes ms peligrosos y vigilados del mundo.

Ms de 7.200 soldados han sido desplegados para vigilar el permetro y auxiliar en caso de una eventual evacuacin. Un oficial a cargo del principal retn de Santiago Xalitzintla asegura a EL MUNDO que las cosas “han estado tranquilas”, a excepcin de un excursionista que quiso acercarse a ver las erupciones y al que tuvieron que rescatar a poca distancia de la cima. Los uniformados tambin han tratado de ayudar a la poblacin local. Algunos de ellos, sin soltar el fusil, cogieron una escoba para barrer la ceniza de un pueblo donde, curiosamente, este martes se celebraba la fiesta patronal y muchos vecinos decidieron festejarlo, con msica, bebida y petardos, sin alterarse por la lava que emanaba de un crter a menos de 12 kilmetros de distancia.