NOTICIACRISTIANA.COM – Para estar en buena tierra se debe permitir que Cristo obre en nuestras vida, es decir, tenemos que ser buena tierra para el Señor. Asimismo, para gozar de ella, se debe permitir, que Dios trabaje en nuestro corazón, en nuestra mente, prioridades, en lo que no le agrada a él y dejar que lo quite de nuestra vida.
El apóstol Lucas Márquez, en su estudio del libro de Éxodo, precisa que toda la historia de los hijos de Israel constituyen una tipología de Cristo y la Iglesia. Por consiguiente, detalla que la buena tierra para los israelitas, representa hoy en día, la tipología de ganar a Cristo. En otras palabras, lo que para Israel fue la buena tierra para nosotros, es ganar a Cristo, ser hallado en él y disfrutar de sus riquezas. Leer Génesis 15:13-16; 1 Corintios 10:2-6; Josué 5:10-12.
Agrega que el apóstol Pablo, le manifestó a los Corintios que todos los acontecimientos al pueblo de Israel, constituyen un conjunto de código, que hablan de ciertos aspectos de Cristo. Por lo tanto, lo que se debe hacer, es disfrutar a Cristo como el Cordero de La Pascua, los panes sin levaduras y las hierbas amargas.
“La meta nunca fue el cordero, la meta de Israel fue la tierra buena. Dios los sacó de Egipto, de ese sistema que los secuestró del propósito y los regresó a la tierra. Entonces, la meta no es el Cordero, cuando Dios va sacar a alguien del mundo, se le revela como Cristo, el redentor, y la sangre que te acompañará el resto del camino”, acotó Márquez.
“Cuando Dios sacó a Israel de Egipto, les cambió la dieta, no más comida egipcia, y comieron pan del cielo. Eso es lo que el Señor hace con nosotros, no más comida del mundo, los deleites, la filosofía, no más cosmovisión del mundo, porque la dieta es celestial, la Palabra viviente de Cristo mismo”, resalta Márquez. Leer Juan 6:51-55.
El apóstol explica, que al entrar Israel a la tierra prometida, cesó el maná y labraron la tierra para comer de su fruto. Es la descripción que hace Pablo en 1 Corintios 15:58. Cuando finalmente cruzan el Jordán e ingresan a la tierra prometida, desaparece la nube de gloria, y nunca más volvió a caer Maná del cielo.
Vivir en Cristo
“Resulta ser libre de la usurpación de Satanás, ser libre del mundo seductor. Sin embargo, es mucho más difícil llegar a la buena tierra para disfrutar las riquezas de Cristo resucitado”, expresó Márquez. Leer Hechos 17:28; Deuteronomio 8:7-10 y Efesios 1:19.
Asimismo, señala que en la iglesia, hoy se tiene gran carencia, en los asuntos de vivir y experimentar nuestra vida a Cristo. En este sentido, apunta que debemos tomar a Cristo como nuestra persona, que viva o more en nosotros, manifestando su carácter, capacidad y poder. Leer Gálatas 2:20; Filipenses 1:21; 2 Corintios 5:17 y Juan 16:8-9.
“Cuando ingresamos a la tierra buena y empezamos a vivir a Cristo, en nosotros, hacemos una morada mutua. El deseo de Dios, es que entremos a buena tierra, que labremos en ella a Cristo, para disfrutar de su riqueza en Cristo, es ahí donde quiere tenernos”, concluye Márquez. Leer Salmos 2:8.
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