NOTICIACRISTIANA.COM.- Un culto evangélico en la ciudad de Campos, en Río de Janeiro, se convirtió en el centro de una polémica inesperada el pasado domingo. Ariana Medeiros, esposa del pastor Ruan Sérgio, interrumpió el servicio religioso para acusar públicamente a su esposo de infidelidad, generando conmoción entre los presentes y desatando un caos que rápidamente se viralizó en las redes sociales.

Acusación pública y evidencia en mano contra el pastor

Durante el culto, Ariana tomó el micrófono y reveló que había hackeado el celular de su esposo, donde descubrió supuestas pruebas de una relación extramarital con Laís, una levita de la iglesia y esposa del guitarrista Patrick.

«Hoy por la mañana hackeé el celular de mi esposo y descubrí que está con la levita Laís, esposa de Patrick. Aquí están los ‘prints’ (capturas de pantalla), quien quiera verlas. ¡Y ella todavía tuvo la cara dura de pasar la Navidad en mi casa!», exclamó Ariana, mostrando evidencias frente a toda la congregación.

Confrontación y confusión

La situación escaló rápidamente cuando el pastor Ruan Sérgio intentó detener a su esposa, lo que resultó en una bofetada que Ariana le propinó frente a todos. Posteriormente, Ariana se dirigió a Laís, quien estaba presente con un niño en brazos, desatando una confusión generalizada en la iglesia.

El incidente no terminó ahí. Según testigos, Ariana quemó la ropa de Ruan Sérgio en un cesto frente al templo antes de dirigirse a las redes sociales, donde tomó control de la cuenta de Instagram de su esposo. Allí, cambió su biografía a descripciones como “falso profeta” y “pastor infiel”.

Viralización en redes sociales

El escándalo no solo dejó impactada a la comunidad evangélica local, sino que también se convirtió en uno de los temas más comentados en redes sociales. Videos del incidente se compartieron ampliamente, y Ariana, conocida en plataformas digitales como Aryana Medeiros, vio cómo sus seguidores aumentaron a más de 220 mil en cuestión de horas.

En sus redes sociales, Ariana ha recibido el apoyo de miles de mujeres y otros usuarios, quienes elogian su valentía por denunciar la situación públicamente. «Hice lo que cualquier mujer haría en mi lugar, no iba a quedarme callada mientras me faltaban al respeto», expresó en una publicación.

El incidente ha dividido a la comunidad evangélica de Campos. Algunos respaldan las acciones de Ariana, destacando su lucha por la dignidad, mientras que otros critican la manera en que el asunto fue manejado, considerándola inapropiada para un espacio religioso.

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