NOTICIACRISTIANA.COM – Es importante desentrañar el significado y la esencia de la gracia divina, la libertad en Cristo y la revelación de la vida eterna. El Espíritu de Dios nos conduce a una comprensión más profunda de lo concebido por él. Por eso, es necesario descubrir la plenitud de vida y gozo en Cristo, llevándonos a entender que en su obra consumada encontramos reposo, liberación y la manifestación máxima de la gracia.
El pastor Fabian Liendo, en la Conferencia de Pastores y Líderes de la Red CCMI, comparte una reflexión profunda sobre la naturaleza del espíritu de Dios y su relación con la revelación de lo concedido por él. En este sentido, hace hincapié en la esencia de la plenitud de vida y gozo que se encuentra en Cristo, destacando que el evangelio no se expresa en necesidad, sino en la manifestación de todo lo conseguido en él.
Liendo enfatiza que la gracia no es simplemente el perdón de una deuda imposible de pagar, sino un poder transformador que opera en nosotros para revelar y obrar lo que no es propio, sino de Cristo en nosotros. Esta gracia permite expresar la vida para la cual fuimos diseñados y revela los pensamientos divinos al crearnos.
Pecado
Además, hace referencia al reposo que se encuentra en Cristo, citando las palabras bíblicas que invitan a encontrar descanso en él. Destaca que todo ha sido consumado en la persona de Cristo y que, por tanto, no queda nada por hacer por parte de Dios; lo que resta es que esa obra terminada sea vista, disfrutada y dada a conocer.
“El pecado no es solo lo que los hombres hacen, sino lo que el hombre es sin Cristo, lo que lleva a la necesidad de un nuevo nacimiento y una nueva creación. La relación entre el pecado, el pecador y el amor de Dios, explicando que Dios no puede amar el pecado, pero sí ama al pecador, a pesar de su condición pecaminosa”, expresó Liendo.
Gracia lleva a satisfacción
El pastor también reflexiona sobre cómo la muerte y el temor a ella esclavizan a los seres humanos, y cómo la gracia de Cristo libera de esa esclavitud, venciendo definitivamente el poder de la muerte.
Hace énfasis en que el propósito eterno de Dios nos hace inmortales en Cristo, eliminando así el temor a la muerte y la esclavitud que esta representa. Destaca que la vida eterna, la santificación y la expresión de la vida están intrínsecamente ligadas a la presencia y obra de Cristo en nosotros.
Liendo concluye resaltando que la gracia de Dios conduce a la santificación, modelando nuestras vidas a la imagen de Cristo y permitiendo la expresión plena de la vida eterna en todas las áreas de nuestra existencia.
Leer Corintios 15:10; Hebreos 2:14 y Romanos 6:22
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