Debe evitarse la transferencia de armas y equipos occidentales únicos y de alta calidad al Líbano, que tienen el potencial de influir en el nivel de amenaza en el contexto israelí.
Por Tal Beeri
La infiltración de Hezbollah en las filas del ejército libanés, así como el uso militar para su propio beneficio de la infraestructura del Ejército, las actividades del Ejército, sus soldados y oficiales, se mencionó recientemente en varias publicaciones y es bien conocida por nosotros. Hezbollah utiliza antenas de comunicaciones y radares del Ejército libanés, está presente en los vehículos libaneses que patrullan el sur del Líbano y “emplea” soldados y oficiales para recopilar información e influir en las operaciones. También es probable que influya en las actividades del Ejército libanés y de sus soldados hacia los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que llevan a cabo la construcción de la barrera fronteriza.
Al mismo tiempo, existe el riesgo de que equipos, armas y armamentos militares occidentales acaben en manos de Hezbollah para ser utilizados contra Israel. El armamento y las municiones fueron proporcionados al Ejército libanés por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y otros países europeos. Estos incluyen misiles antitanques, sistemas de defensa aérea portátiles, equipos de vigilancia y varios sistemas electrónicos. Es muy probable que apunten a Israel en el próximo conflicto.
Según nuestra evaluación, algunos equipos militares occidentales ya están en manos de Hezbollah, que los usa regularmente a lo largo de la frontera israelí. Las tecnologías avanzadas de monitoreo y comunicaciones, incluidos los dispositivos de vigilancia y las sofisticadas cámaras diurnas y nocturnas, probablemente llegarán a los operativos de Hezbollah que actúan a lo largo de la frontera israelí. Los estadounidenses y los británicos proporcionaron este equipo al Ejército libanés para apoyar el Proyecto Fronterizo Conjunto (LAF, por sus siglas en inglés), un proyecto de seguridad y defensa fronteriza libanés centrado en la frontera con Siria. Según nuestro entendimiento, este esfuerzo estuvo dirigido por la Agencia de Reducción de Amenazas (DTRA) del Departamento de Defensa de EE. UU.
La abolición del servicio militar obligatorio en el Líbano en 2012, la demografía que favorece a los chiís (al menos el 50% de la población), la difícil situación económica y la erosión de los salarios militares que expulsan a los cristianos del ejército porque ya no ven la carrera militar como una opción prestigiosa y gratificante, todas estos factores juegan con el tiempo a favor de Hezbollah.
Según nuestra evaluación, muchas tropas chiís, oficiales del Ejército libanés y varias unidades del Ejército libanés dominadas por chiís lucharán junto a Hezbollah. Servirán como proxies [apoderados] de Hezbollah en el próximo conflicto con Israel. Lo harán, entre otras cosas, con armas y conocimientos proporcionados al Ejército libanés por países occidentales liderados por Estados Unidos.
En nuestra opinión es claro que el equipo militar puede llegar al Ejército libanés desde otros países y no necesariamente desde Occidente. Sin embargo, los países occidentales que apoyan al Ejército libanés en la actualidad deben recordar que todo equipo y conocimiento que le transfieran tiene el potencial de ser utilizado por Hezbollah.
Partiendo de la premisa de que parte del equipo militar será destinado al uso de Hezbollah, recomendamos que los países occidentales, que suministran el equipo militar al ejército libanés, se hagan varias preguntas:
¿Cuál es el potencial de la amenaza militar que se espera que enfrente el Ejército libanés? ¿Por qué deberían transferirse misiles antitanques al Ejército libanés? ¿Por qué se le deben transferir misiles antiaéreos? ¿Debería dotarse al Ejército libanés de los medios de observación y equipos electrónicos más sofisticados?
En conclusión, recomendamos que cualquier transferencia de armas al Ejército libanés sea examinada en términos de la proporcionalidad de la amenaza en el contexto israelí durante situaciones de rutina y de emergencia. Hacemos un seguimiento de la ayuda actual al Ejército libanés que se manifiesta en la transferencia de vehículos, camiones, armas pequeñas (pistolas, etc.), equipos relacionados (cascos, chalecos, etc.), o subvenciones salariales (como se hace actualmente por seis meses). Sin embargo, debe evitarse la transferencia de armas y equipos occidentales únicos y de alta calidad, que tienen el potencial de influir en el nivel de la amenaza en el contexto israelí.
Fuente: Alma Research and Education Center