NOTICIACRISTIANA.COM.-  ¿Alguna vez te has preguntado cómo era Jesús? Cuando te encuentras con imágenes talladas o pintadas de Jesús te preguntas: ¿Él era así? Pelo largo, barba, ojos claros… ¿Por qué las escrituras no dicen nada sobre la apariencia de Jesús? Cuatro evangelios, cuatro escritores, y ninguno de ellos usan frases para decir cómo era nuestro Salvador. ¿Porque?

No sé cómo era Jesús por fuera, pero sé que su interior era tan bonito, pero tan bonito, que no valía la pena gastar una frase hablando de su exterior. 

Los escritores del Nuevo Testamento quedaron tan impresionados por el contenido de Jesús que se olvidaron de mencionar su apariencia. Las páginas de la biografía de Jesús se dedicaron únicamente a hablar de lo que realmente importaba, su corazón.

Si alguien escribiera una biografía tuya, ¿cuántas páginas se necesitarían para hablar de tu exterior y cuántas para hablar de tu interior? ¿Cómo eres conocido? ¿Cómo te recuerda la gente? ¿El chico con la ropa bonita? ¿La chica del pelo rojo? ¿El chico de la gorra? ¿La maquilladora? ¿Qué es lo más llamativo de ti? ¿Tu apariencia o tu interior?

Una vez me sorprendí con una pregunta: «¿Por qué hay gente hermosa y gente fea?» Por qué algunas personas están más favorecidas físicamente y otras no. Pero el Espíritu Santo me hizo entender mientras leía este versículo.

Pero el Señor dijo: “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7.

¿Más vale el empaque o el contenido?

Al crear al hombre, la voluntad de Dios fue que fuera admirado y reconocido por lo que era y no por su apariencia. Desafortunadamente, este mundo ha logrado sembrarnos que debemos valorar más el empaque que el contenido.

 Pasamos horas y fortunas invirtiendo en algo que volverá al polvo de la tierra en unos años. Sin embargo, pasamos muy poco tiempo invirtiendo en lo que durará para siempre. Recuerda, Dios no ve como ve el hombre, El ve tu corazón.

“¿Hacerse un tatuaje o un piercing es pecado?”

Lamento frustrarte, pero no sé la respuesta. No puedo decirte si lo que quieres hacer con tu exterior está bien o mal. Pero sé lo que puedes hacer con tu interior. Sé lo que podrías hacer para agradar el corazón de Dios y hacerlo sonreír. Invierte en lo que es eterno. Sea lo más parecido posible a su primogénito. Ser una copia de Jesús.

Escrito por Josué Gonçalves en Guiame.com

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