El Papa Francisco concluyó su exhortación apostólica «Querida Amazonía» con una hermosa oración establecida a la «Madre de la Amazonía … la Madre que Cristo nos dejó, que aunque es la única Madre de todos, se manifiesta en la Amazonia de distintas maneras ».
Con esta oración concluye la exhortación apostólica:
Madre de la vida, en tu seno materno se fue formando Jesús, que es el Señor de todo lo que existe. Resucitado, Él te transformó con su luz y te hizo reina de toda la creación. Por eso te pedimos que reines, María, en el corazón palpitante de la Amazonia.
Muéstrate como madre de todas las creaturas, en la belleza de las flores, de los ríos, del gran río que atraviesa y de todo lo que vibra en sus selvas. Cuida con tu cariño esa explosión de hermosura.
Pide a Jesús que derrame todo su amor en los hombres y en las mujeres que allí habitan, para que sepan admirarla y cuidarla.
Haz nacer a tu hijo en sus corazones para que Él brille en la Amazonia, en sus pueblos y en sus culturas, con la luz de su Palabra, con el consuelo de su amor, con su mensaje de fraternidad y de justicia.
Que en cada Eucaristía se eleve también tanta maravilla
para la gloria del padre.
Madre, mira a los pobres de la Amazonia, porque su hogar está siendo destruido por intereses mezquinos. ¡Cuánto dolor y cuánta miseria, cuánto abandono y cuánto atropello en esta tierra bendita, desbordante de vida!
Toca la sensibilidad de los poderosos porque aunque sentimos que ya es tarde nos llamas a salvar lo que todavía vive.
Madre del corazón traspasado que sufre en tus hijos ultrajados y en la naturaleza herida, reina tú en la Amazonia junto con tu hijo. Reina para que nadie más se sienta dueño de la obra de Dios.
En ti confiamos, Madre de la vida no nos abandona
en esta hora oscura. Amén.