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Uganda.- Emmanuel Kasiko declaro a fuentes periodísticas cristianas que ha sufrido insultos y agresiones por predicar en las calles de Kampala.
Por más de 7 años, Emmanuel Kasiko ha predicado el Evangelio de Cristo en las calles, cruzando entre los semáforos del Fairway Hotel, la carretera Yusuf Lule y el Uganda Golf Club en Kampala, la capital del país.
Para Kasiko, predicar el Evangelio en las calles es una tarea de toda la vida. Esa tarea, dice, fue confirmada por una visión de Dios y lo mantuvo adelante incluso en los momentos más difíciles de su vida. En una entrevista con Uganda Christian News, Kasiko recordó un incidente que casi le quita la vida.
“El año pasado, durante una noche como esta, el conductor de un automóvil Toyota Mark X se detuvo en un semáforo por bastante tiempo. Cuando lo vi, le dije por la ventanilla del auto que Dios les podía curar la sed”, subrayó.
Compartirle la palabra de Dios provocó que le dieran una paliza junto a su colega con quien proclamó la Palabra de Dios a lo largo de un camino. Kasiko, quien ahora se recuperó del ataque, afirmo que eligió perdonar a sus torturadores porque nada lo detendría de predicar el evangelio.
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Explicó que su llamado no es agradar a los hombres, ganar su aplauso o complacer sus oídos, sino salvar almas presentándoles al Salvador, Jesucristo. “Aunque seamos perseguidos, no temeremos mal alguno”, concluyó.
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