El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Juan 6:33
Amado Padre que estás en el cielo, nosotros confiamos en tu Palabra, en tu Palabra de vida eterna, que nos fue dada en Jesucristo, nuestro Salvador. Sobre esta Palabra de vida edificamos en estos días, cuando parece que todo pierde fuerza y valor, todavía existe mucho anhelo en los corazones humanos. Tú nunca dejarás que nuestra esperanza se decepcione. Lo que has dicho debe cumplirse. Lo que Cristo Jesús prometió, se cumplirá, no solamente para unos pocos sino para todo el mundo, por el que murió y resucitó de la muerte. Quédate con nosotros. Haz que nos mantengamos plenamente vivos, tanto que nuestras vidas reflejen toda la bondad que se nos permite experimentar, y que derrotemos todo el mal que trate de atacarnos. Te agradecemos por llamarnos a la vida y por renovarnos una y otra vez. Alabado sea tu nombre entre nosotros para siempre. Amén.