Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. Juan 14:23
Señor nuestro Dios, te damos gracias que podamos ser hijos de tu Espíritu. Te agradecemos que al llamarnos recibimos dones eternos que nos hacen mantenernos firmes, aun cuando nos agobian muchas cargas y tristezas. Porque tú eres nuestra vida, y en medio de toda oscuridad, incluso en la muerte, nos das luz, fortaleza y esperanza gozosa. Que se mantengan vivas en nosotros. Que una luz aún más brillante ilumine todo lo que has puesto en nuestros corazones, todo lo que nos acerca a ti diariamente. Amén.
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