Cuando sepan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos por todas partes; también habrá hambre. Esto será apenas el comienzo de los dolores… Pero primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las naciones… Todo el mundo los odiará a ustedes por causa de mi nombre, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Marcos 13:7-8, 10, 13

Señor nuestro Dios, Soberano del mundo, tu anhelo es ver tus pensamientos y voluntad en todos los pueblos, venimos delante de ti y te pedimos encontrar fortaleza en tu Palabra y nunca dejar de esperar la venida de tu reino. Aunque el mundo ataque con violencia y furia; aunque los reinos terrenales se levanten unos contra otros; y todo parezca sombrío; incluso entonces manifiesta tu presencia y permite que tu reino avance sigilosamente para la honra de tu nombre. Ayúdanos a aproximarnos a la meta que Jesús nos ha mostrado, más cerca del tiempo que esperamos, el día de tu venida, cuando todas las cosas serán hechas nuevas y buenas, por medio de tu poder, con la ayuda de tu Espíritu. Amén.