Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Isaías 9:6
Señor nuestro Dios, tú has enviado luz para que alumbre en la tierra y has revelado tu poder celestial en Cristo Jesús, para que a pesar de toda oscuridad y maldad, nos regocijemos porque tenemos un Salvador. Revela tu poder en nuestros días. Haz que se realice algo nuevo hacia la construcción de tu reino en la tierra. Acerca todos los corazones y dales luz, para que puedan agradecerte y alabarte por todo lo que has hecho y estás haciendo para poner al mundo entero en tu manos. Oh Señor Dios, permite que la gente cambie cuando se abran los cielos, que sus corazones despierten y sus tristezas den lugar a la alegría en Cristo Jesús, el Salvador. Nosotros, tus hijos, aguardamos con expectación para que pongas todo en orden. Sabemos que aun en estos tiempos turbulentos tu mano está obrando para revelar tu intención en todas las generaciones, como prometiste por medio de Abraham. Que tu nombre sea honrado, que venga tu reino y que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Amén.