Para hablar con Dios no necesitas WhatsApp, solo tienes que orarle cada momento aunque no lo ves pero lo sientes.
Sobre la salud perdurable por Teresa de Cartagena
¿Y qué cena es ésta donde mi pasión porfía en llevarme? Creo sin duda que es aquella de la cual está escrito: “Bienaventuradas aquellos que a la cena del Cordero…