NOTICIACRISTIANA.COM – Se estima que en México hay 129,6 millones de cristianos, de 135 millones que es su población total, según Puertas Abiertas. Los cristianos de comunidades indígenas enfrentan hostilidad al negarse a ser parte de tradiciones y costumbres ancestrales en su mayoría vinculadas a prácticas católicas.
La falta de libertad religiosa en comunidades indígenas de México, se abordó en el programa “Persecusión en Latinoamérica Hoy”, que se transmite en NoticiaCristiana.com.
Anne Lee (AL-Entrevistador): ¿Qué es Christian Solidarity Worldwide –CSW- o impulso 18 como se conoce en México?
Pablo Vargas (PV): Impulso 18 es parte de CSW y es una organización cristiana que documenta casos de persecución o libertad religiosa alrededor del mundo. Desde hace algunos años trabaja aquí en México y en varios países de Latinoamérica.
AL-Entrevistador: ¿Qué es la persecución o falta de libertad religiosa?
PV: Es una situación que tiene que ver con los Derechos Humanos porque en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se establece la libertad de conciencia que es el derecho a la libertad de poder creer internamente y externamente. Pero, en la práctica es cuando surgen problemas, cuando ciertas libertades se ven restringidas por autoridades o gobiernos.
AL-Entrevistador: ¿Cuál es la problemática que existe en México?
PV: Aquí en México existe esta situación. En la Constitución tenemos este derecho consagrado y hay acuerdos internacionales e incluso una ley que reglamenta sobre este tema. Pero, en comunidades que se rigen por usos y costumbres, sus autoridades hacen cumplir sus ideas o creencias a todos sin importar que esta ley exista.
¿Tradiciones comunitarias en Mexico aún rigen?
AL-Entrevistador: ¿Qué significa usos y costumbres?
PV: Los usos y costumbres se refieren a una forma de gobierno y de regulación. Pero, al mismo tiempo se refiere a las formas en cómo las comunidades con un contexto, una tradición indígena se rigen en la forma como sus antepasados entendían los procesos de gobierno y sociales.
Esas normas las llaman tradiciones o costumbres que están reconocidas por el gobierno. Pero, se debe señalar que aunque esos procesos estén reconocidos por el gobierno, no deben violentar los Derechos Humanos de las personas.
AL-Entrevistador: ¿Por qué no hay libertad religiosa, en México, sí está contemplado en la Constitución Política, hasta existe una ley que reglamenta a las asociaciones religiosas?
PV: Existen dos realidades en México, una es la ciudad donde la mayor parte de las personas, respetan estos principios. Pero, en las comunidades indígenas actúan de una forma unilateral, donde desconocen abiertamente cualquier tipo de regla que vaya en contra de sus tradiciones.
En las comunidades establecen roles de participación en actividades comunitarias (limpieza de caminos, escuelas y cuestiones de liderazgo en el gobierno local) y actividades de la fe Católica (limpieza de la iglesia, tocar las campanas, dirigir servicios, pago y participación de fiestas patronales de los santos de la comunidad.
Las personas que no creen en lo mismo o que no son de esa misma línea religiosa los obligan a participar, las personas de la comunidad. De negarse reciben amenazas y les imponen multas.
Estas minorías se ven obligadas a regresar a la tradición ancestral, y quienes se niegan hacerlo sufren violencia, hostigamiento, les restringen derechos o beneficios del gobierno. La mayoría de ellos terminan en el exilio después de sufrir vejaciones en su comunidad.
Hechos en algunos Estados
AL-Entrevistador: ¿En qué parte del país está pasando y que comentanos ejemplos de estos tipos de violación?
PV: Esta situación se encuentra en todas las comunidades que se rigen bajo los usos y costumbres. En los Estados donde hay presencia de estas comunidades se encuentra: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco y Michoacán.
Tuve la oportunidad de estar en Guerrero donde hay problemas de inseguridad y de libertad religiosa, donde varias comunidades y familias se vieron afectadas por esta situación. En el municipio de Ayutla de los Libres, CSW documentó dos casos, uno de ellos en la comunidad Mesón Zapote y otro en la comunidad de Ahuacachahue.
Ambos grupos sufrieron hostigamientos y expulsión de la comunidad, mientras que el otro sigue buscando alternativas para poder traer una solución a su conflicto.
Situaciones difíciles
AL-Entrevistador: ¿Qué les pasa a estas familias una vez que dicen no quieren seguir la religión tradicional?
PV: La mayoría de ellos los líderes comunitarios los llamaron y después de sufrir amenazas son puestos en la cárcel, les cobran multas por no participar o por no querer hacerse cargo de las fiestas religiosas de la comunidad.
La mayoría de ellos sufren restricciones incluso hasta el uso del transporte público y de esta forma sufren situaciones muy difíciles. La posibilidad de mudarse a otra comunidad es imposible porque ellos no cuentan con un empleo formal y su alimentación y sustento depende del cultivo de sus tierras.
Por lo tanto, al no poder salir de sus comunidad la mayoría de ellos sufren hostigamiento, situaciones de violencia y otros se ven obligados a esconderse o participar forzosamente en las actividades o pagar un impuesto.
AL-Entrevistador: ¿Cómo podemos ayudar en estos casos desde otros países?
PV: Poder seguir informándose tal como lo estamos haciendo. En lo particular hace algunos años desconocía la magnitud y la gravedad de estas situaciones. Todos podemos orar para que Dios pueda actuar en medio de esta situación de injusticia y tan difícil.
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