NOTICIACRISTIANA.COM – El Maná fue el principal alimento de los israelitas durante los cuarenta años que vagaron por el desierto. Es decir, fue la sustancia comestible que Dios, proveyó por primera vez en el desierto de Sin, después de la salida de Egipto y antes de ingresar a Canaán.
El apóstol Lucas Márquez, en su análisis al segundo libro del Pentateuco, afirma que en el libro de Éxodo, el Maná se describe como “una cosa fina y en copos”, como la escarcha del suelo. Agrega que fue un elemento para probar el corazón del pueblo de Israel, para ver como andaban en La Palabra del Señor. Leer Juan 6:49, 51, 55-57.
A continuación, se presentan quinces aspectos, que posee el Maná, según Márquez:
El Maná es Cristo: el estudioso afirma que debemos aprender a comer a Criso, porque él mismo enseñó que era el pan de vida que descendió del cielo, y quien lo coma nunca morirá. Por lo tanto, afirma que el Maná es Cristo, es la intimidad en La Palabra en los tiempos de admiración y alabanza, el alimento del espíritu.
El Maná viene como el rocío: aparecía sobre el suelo al evaporarse la capa de rocío que se formaba por la mañana. Es decir, llegaba con el rocío de la mañana, Ëxodo 16:13-14. Por lo tanto, Márquez opina que para recoger el Maná, todo está normando, porque es La Palabra eterna de Dios, y los hombres y mujeres de Dios, cada mañana deben agendar recoger ese Maná. Leer Salmos 133:3 y Lamentaciones 3:33.
El Maná caía por la mañana: esto está descrito en Éxodo 16:21. En este sentido, La Palabra fresca de cada mañana son nuevos comienzos de Dios. El Maná cae con el rocío, que es la gracia antes que salga el sol.
El Maná era menudo: es decir era pequeño y está descrito en Éxodo 16:14. Márquez, exhorta que todos nos impresionamos con las cosas grandes. Pero, Jesú dijo que la fe es pequeña como una semilla de mostaza. Por lo tanto, debemos entender que lo grande se hace pequeño para que podamos ingerir. “Dios hace pequeño para que lo comamos, es como una vid, que se hace pequeño para que todos alcancen el fruto” destaca el apóstol.
El Maná era fino: también descrito en Éxodo 16:14. En este sentido, debemos tener presente que Dios te hace fino, para ser admirados por los demás,cuando su gracia fluye en nuestras vidas. Es decir, el Maná provocará finura somos lo que comemos.
El Maná era redondo: lo esférico o redondo es perfecto, entonces, nosotros estamos siendo elevados a la perfección a una redondez, para ser perlas preciosas. Éxodo 16:14.
El Maná era blanco: la blancura es símbolo de la santidad de pureza. Entonces, necesitamos ser puros para predicar, ser personas de pensamientos puros, producto del Maná que estamos comiendo todos los días.
El Maná era como escarcha: representa una forma divina de esterilizar, porque Dios nos esteriliza, de esos gérmenes espirituales metidos en nuestro cuerpo. Éxodo 16:14.
El Maná era como semilla de culantro: descrito en Números 11:17. La semilla es la cápsula de la vida. Dios utilizó parábolas agrícolas, para enseñar que él es la vida, todo lo que Dios creó, lo encerró en pequeñas cápsulas de semillas. Esa semilla plantada en nosotros es La Palabra.
El Maná era sólido: descrito en Números 11:8. Demos a moler, amasar y cocinar a Cristo, esa es la tarea de trabajar con La Palabra, que puede ser dura y blanda. Debemos aprender a recoger, moler, amasar y cocinar a Cristo, para alimentar a multitudes, no olvidemos la parábola de Mateo 25.
El Maná era como bedelio: descripción en Números 11:7. El bedelio es una resina que ciertos árboles expelen. Es como ser una perla transparente, cuando llegas al Señor no eres transparente, pero al conocerlo nos hacemos transparentes.
El Maná sabía como aceite nuevo: descrito en Número 11:8. El aceite es símbolo del espíritu santo. Cuando nos comemos a Cristo estamos llenos del espíritu, y donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad, porque no es algo rancio, ni con sabor malo, y llega la frescura de algo nuevo a tu espíritu.
El Maná era como hojuelas de miel: la miel es dulce y nutritiva, es la mezcla de dos vidas, la vegetal y animal, eso serás tú, la mezcla de vida humana y vida divina. Seremos como miel para la gente. Éxodo 16:31.
El Maná era bueno para hacer tortas: la torta por sus componentes es blanda y fina. El pan es duro porque no tiene levadura. Númeos 11:8.
El Maná era un misterio: Cristo es el Maná, sombra y figura, perteneciente al pacto de muerte. Cuando somos alcanzados en Cristo, todo será un misterio, hasta la muerte, porque comer es humano y digerir es divino, somos un milagro que caminamos. Éxodo 16:14.
Aunque el maná fue un regalo divino, no sostuvo la vida de los israelitas para siempre. Jesucristo recalcó este hecho, y luego añadió: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan vivirá para siempre; y, de hecho, el pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo”, (Juan 6:30-33).
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