El padre Leonardo Ricotta ha renunciado a su cargo de párroco en la Iglesia de Santa Ágata en Palermo, Italia, luego su diócesis estableciera la única forma de distribuir la Sagrada Comunión sería con guantes y en la mano. El padre Ricotta se viralizó hace algunas semanas por ser el primer sacerdote en realizar una procesión con el Santísimo durante la cuarentena.
««Si mi obispo me dice que tengo que ir de párroco donde no me gusta, voy y obedezco. Pero si me obliga a ir en contra de la fe o pisotear la Hostia, no puedo obedecer«, Había declarado hace algunos días el padre Ricotta,«la obediencia ocurre en lo lícito y no en lo ilícito, esta es la gran lección de Santo Tomás de Aquino«.
Sobre la decisión de la Arquidiócesis de Palermo de la Sagrada Comunión marítima distribuida por los sacerdotes usando guantes y potencialmente en la mano, el padre Ricotta dijo que «lo que están a punto de hacer es un acto de carnicería eucarística, el Padre Pío los llamados carniceros«.
Reacción de la Arquidiócesis de Palermo
Luego de que algunos medios informaran que el padre Ricotta había sido expulsado por sus declaraciones, la Arquidiócesis emitió un comunicado en el que aclaraba que el sacerdote italiano dejó de ser párroco a partir del 21 de mayo de 2020 «habiendo renunciado él mismo a este cargo ».
En el mismo comunicado, la Arquidiócesis de Palermo recordó que «la práctica de distribuir la comunión en las manos está de acuerdo con las normas emitidas por el Magisterio de la Iglesia a las que cada cristiano católico debe un respeto religioso por la voluntad y el intelecto«.
"Las creencias personales, por lo tanto, por los individuos como doctrina auténtica, no pueden imponerse a los fieles. Depende del obispo en la diócesis dar normas en materia litúrgica, a todos los que están obligados, defensor de la unidad de la Iglesia universal y promover una disciplina común a toda la Iglesia«, Concluye el comunicado de la Arquidiócesis de Palermo.
Sin embargo, en su comunicado evitan mencionar la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos establecidos que «en las diócesis en donde el pan Eucarístico es puesto en las manos de los fieles, permanece aún intacto el derecho de los fieles de recibir el pan Eucarístico en la lengua«.