Una vida de plenitud y protección   

NOTICIACRISTIANA.COM – El gobierno de Dios es un concepto central en la vida espiritual de aquellos que buscan seguir los caminos del Señor. En este interesante artículo se exponen declaraciones sobre el significado y las implicaciones de vivir bajo el gobierno de Dios. 

El apóstol Rafael Ugarte Talavera, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, explica que el transcurso de nuestra vida espiritual, el entendimiento se amplía y se profundiza en Cristo. 

Agrega que la expresión de la vida de Cristo, es lo mejor que nos puede suceder. En una vida plena y plena, donde a pesar de las circunstancias la vida de Cristo se impone. 

“En 1 de Pedro 1:8, se nos recuerda que se nos recató de una existencia sin sentido que heredamos de nuestros ancestros. Este rescate no se llevó a cabo con riquezas perecederas como el oro o la plata, sino con algo más valioso: la sangre de Cristo”, resalta Ugarte Talavera. 

La sangre de Cristo

Por lo tanto, opina que es esencial comprender que la sangre de Cristo no es un amuleto o una protección física en nuestras actividades diarias, como algunos han malinterpretado. 

“La sangre de Cristo tiene una función redentora. Somos redimidos, comprados, y pertenecemos a él. El sello del Espíritu Santo es una marca de pertenencia, indicando que somos propiedad de Dios”, acotó el apóstol.

También, enfatiza que vivir bajo el gobierno de Dios no implica castigo, sino más bien una guía amorosa y una corrección paterna. 

Las consecuencias de vivir fuera de este gobierno no son castigos divinos, sino simplemente la resultante lógica de alejarse de la voluntad de Dios. Es un acto de amor divino que nos corrige y nos guía hacia la verdadera libertad”, resaltó el conferencista.

La gracia de Dios nos capacita para vivir bajo su gobierno. Sin ella, sería imposible cumplir con su voluntad. Es por eso que rechazar este gobierno es rechazar la oportunidad de trascender a una vida plena y protegida. 

Bajo la cabeza de Cristo

El gobierno de Dios trae orden, guía y trascendencia. Es un camino hacia la verdadera libertad y la plenitud en Cristo.

En el reino de Dios, todo se encuentra en orden bajo la cabeza de Cristo. Como hijos de Dios, tenemos derechos y privilegios inherentes a nuestra posición en Cristo. Él tiene supremacía sobre todo, y en su nombre encontramos autoridad, poder y dominio.

En resumen, Ugarte Talavera exhorta que vivir bajo el gobierno de Dios debería ser motivo de deleite y regocijo. Es un lugar de seguridad, protección y plenitud. Que podamos comprender la importancia de someternos a su gobierno y disfrutar de los beneficios de una vida en Cristo, guiada por su amor y su gracia.


Publicado por: NOTICIACRISTIANA.COM.- Agradecemos su fidelidad con nuestro medio de comunicación. Le invitamos a suscribirse al boletín informativo y activar la sección de notificaciones en la portada de nuestra página web.


Post Visitors:34

  • Evangelio

    Related Posts

    Sobre la salud perdurable por Teresa de Cartagena

    ¿Y qué cena es ésta donde mi pasión porfía en llevarme? Creo sin duda que es aquella de la cual está escrito: “Bienaventuradas aquellos que a la cena del Cordero…

    Recuperarse de la heroína y de la ficción por Jordan Castro

    Simone de Beauvoir escribió que las novelas son cautivadoras al grado de que sus personajes de verdad parecen libres. Aquellas novelas en las que el lector tiene la sensación de…

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    You Missed

    ¿Cómo le pido a Dios que me hable?

    ¿Qué dice la Biblia sobre el terror?

    ¿Qué dice la Biblia sobre el terror?

    Netflix lanza tráiler de la epopeya bíblica “María”

    Netflix lanza tráiler de la epopeya bíblica “María”

    ascenso predicho por Clement en 2007

    ascenso predicho por Clement en 2007

    Concurso bíblico en EE.UU. desafía a niños y se vuelve viral

    Concurso bíblico en EE.UU. desafía a niños y se vuelve viral

    Oración diaria para el 22 de noviembre

    Oración diaria para el 22 de noviembre