5 maneras de dejar de adorar a celebridades y pastores cristianos

NOTICIACRISTIANA.COM.- Cada uno de nosotros tiene una persona a la que admiramos; admiramos a alguien, nos gusta lo que está haciendo, o tal vez querríamos ser más como ellos.

Si bien es bueno tener personas que apreciamos por lo que hacen y por lo que pueden enseñarnos, puede ir en la dirección opuesta cuando ponemos a estas personas en el lugar de nuestras vidas que solo Dios debe tener. 

Cuando hacemos esto, automáticamente nos preparamos para la decepción. Las personas a las que admiramos no cumplirán con nuestras expectativas poco realistas, y es posible que comencemos a resentirnos por eso. 

Terminamos enojados o molestos con las personas por nada de lo que hicieron, sino por las mentiras que hemos creído en su lugar.

Entonces, ¿Cómo nos detenemos de elevar a estas personas a un nivel en el que nunca debieron estar?

Aquí hay cinco maneras de dejar de adorar a celebridades y pastores cristianos:

Recuerda que son humanos e imperfectos

En lugar de pretender que son perfectos, recuerda que son imperfectos y necesitan a Jesús tanto como cualquier otra persona. Cuando tenemos una perspectiva saludable de quiénes son las personas, es más fácil extender la gracia cuando se equivocan. Si te enseñan cosas o te animan en tu vida, agradéceles por hacerlo; y luego agradecer a Jesús por lo que está haciendo a través de ellos

Siempre debemos recordar que Dios es la fuente de todas las cosas buenas, y nada de lo que hacemos se puede hacer sin él.

No los pongas en un pedestal

Mire a los demás como si estuvieran en el mismo nivel que todos los demás. Jesús es el único al que debemos darle toda la gloria y la alabanza. Sí, está bien animar a los demás con nuestras palabras y agradecerles por el impacto que tienen en nosotros, pero se convierte en un problema cuando pensamos que son la fuente principal de donde proviene.

Por eso es tan importante que Jesús sea el que pongamos en un pedestal porque nadie sabrá nunca lo que es para nosotros. Si podemos recordar esto, nos puede ahorrar muchos dolores de cabeza y dolor si las personas a las que admiramos cometen errores.

Métete en la Biblia y aliméntate.

Las cosas que podemos hacer para crecer son leer la Biblia y estudiarla, dedicar tiempo a la oración e involucrar a Jesús en nuestras vidas y decisiones diarias. Siempre podemos aprender unos de otros como creyentes, y podemos depender unos de otros hasta cierto punto, pero cada uno tiene la responsabilidad de nuestro propio caminar. Si no podemos disciplinarnos y tomar alguna acción, será difícil mantenerlo a largo plazo.

Hazte un favor y toma tu fe como propia, y pídele a Jesús que te ayude a crecer. Estarás tan contento de haberlo hecho.

Date cuenta de que tienes el mismo acceso a Dios que ellos

Si tenemos una relación con Jesús, tenemos el mismo acceso a Dios que todos los demás creyentes. 

 Algunos pueden estar más avanzados en su viaje espiritual, pero eso no significa que obtengan algún tipo de privilegio sobre una persona que es nueva en su fe. Todos somos capaces de acercarnos a Dios con confianza por lo que Jesús hizo por nosotros, y si tenemos una relación con él.

Dar gracias a Dios y darle la gloria a él en lugar de a las personas

Siempre debemos animarnos unos a otros, especialmente si las personas han sido útiles para ayudarnos a crecer en nuestra fe. Sin embargo, hay una diferencia entre agradecer a esas personas y dar la gloria a quien corresponde. En última instancia, la gloria solo debe ir a Dios.

La próxima vez que alguien te enseñe algo o te ayude a entender más acerca de Dios, agradece al Señor por obrar a través de esa persona. Él es quien nos da todo, y es la fuente de todo. Si podemos mantener esta perspectiva, será mucho más fácil no colocar a una persona en la posición que solo Dios debe tener. Nos ayuda a mantener una relación saludable con otras personas, en lugar de convertirlas en un ídolo en nuestras vidas.

Es genial tener personas a las que admiramos, aspiramos a ser como y de las que aprendemos cosas. Una vez más, se convierte en un problema cuando empezamos a tratarlos de manera diferente y los ponemos en una posición en nuestras vidas que solo Dios debería tener


Artículo escrito por Becky Weber en Crosswalk.


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