¡Estén alerta! ¡Vigilen! Porque ustedes no saben cuándo llegará ese momento. Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile. Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos! Marcos 13:33-37
Señor Jesús, nuestro Salvador, alzamos la mirada al cielo, pues tú vendrás del cielo en la gloria del Padre. Que permanezcamos fieles a nuestro llamado, velando y orando cada día y cada hora, esperando por ti, quien pondrá en orden todo en el mundo. Bendícenos y bendice nuestro país. Concédenos la alegría de ver tu obra para la salvación de las naciones a través de tus siervos. Sé con nosotros y bendícenos. Que tu Palabra viva obre en nuestros corazones para que cada domingo, cada festividad, y todos los días desde hoy en adelante sean días de alegría. Protégenos y bendícenos. ¡Alabado sea tu nombre en nuestros corazones! Amén.