NOTICIACRISTIANA.COM – No todas las experiencias de la vida nos dejan un buen recuerdo. Puede que sienta en su conciencia el peso de los pecados o errores del pasado o sienta resentimiento debido a una traición de un familiar o amigo. Entonces, es ahí donde el creyente se pregunta: ¿Cómo impedir que las malas experiencias o sucesos del pasado puedan dejar de afectarnos?
El pastor Erick Muñoz, en el programa “Estudio Bíblico en Casa”, analiza las instrucciones del apóstol Pablo, sobre el olvidar todas las experiencias sucedidas, antes de encontrarnos con Cristo. Leer Filipenses 3:12-15.
“Es imposible ver la libertad de tu pasado si en tu futuro no tienes nada que mirar. Pablo aconsejo que se debe olvidar lo que está atrás y extenderse hacia adelante. Ese es el problema de muchas personas, no tienen una expectativa clara de su futuro. El apóstol sabía que el Señor lo usaría para convertir las tinieblas en luz, lo que hizo tuviese una visión clara de su futuro”, puntualizó Muñoz.
Olvidar
Agrega que el olvidar el pasado, de acuerdo a la enseñanza apostólica, es recordar las experiencias de atrás sin dolor. En este sentido, utilizar esas situaciones para seguir avanzando, como un trampolín que nos impulse hacia nuestro futuro.
“Cuando La Biblia dice que Dios olvida y ya no recuerda, todo lo del pasado, se refiere que ya nos usa como argumento en nuestra contra. Es decir, Dios no trae a memoria los hechos que ya fueron perdonados y en eso debemos imitar de Dios. Asimismo, Pablo no se presenta como alguien que lo alcanzó todo, reconoce que le falta mucho camino por recorrer. Pero, señala que prosigue y no se detiene, en tomar aquello para lo cual Cristo lo tomó”, describe el pastor.
Por lo tanto, manifiesta que es importante establecer un propósito claro para el futuro para no tener como único punto de referencia lo que aconteció atrás.
“Pablo mira que delante de él había un premio y prosiguió en la meta. El premio del supremo llamamiento de Dios. El apóstol puso su mirada en el premio de Dios y prosiguió hacia adelante. Recordemos que el pasado de Pablo estaba manchado de sangre, pero logró librarse de ese pasado porque entendió su futuro en Cristo. Para considerarse maduro en el Señor, tenemos que ver el pasado y futuro como lo veía el apóstol Pablo”, acotó Muñoz.
Sentimientos del pasado
El pastor señala algunas experiencias malas que vivimos y nos atan al pasado:
El Sentimiento de Traición: muchas personas se atan al pasado porque sufrieron una traición amorosa, de un amigo, en un negocio, etc. No olvidemos la amistad y confianza que depositó Jesús en Judas, a quien le confió las finanzas.
Cristo es un ejemplo de cómo manejar la experiencia de la traición, porque no permitió que en él entrara sentimiento de amargura y venganza. El Señor Jesucristo no vio la traición de Judas, es decir, no se enfocó en la traición, Cristo la usó como trampolín para un propósito.
“Otros ejemplos son la traición de los hermanos de José y David, quien gracias a la persecución de Saúl, le permitió formar su carácter para ser el rey que Dios quería. El pasado se debe utilizar como una oportunidad que Dios nos da para ir hacia adelante. Es importante ser libres de las experiencias donde fuimos traicionados”, manifestó Muñoz.
El sentimiento de pérdida de algo que amábamos: es común no superar la pérdida de un ser querido. Pero, debemos ser libres del pasado de haber perdido a alguien que amabas, porque las personas que fallecen y mueren en Cristo Jesús van a un gozo eterno. Leer Salmos 119:49-50. 4.
Consuelo en La Palabra
“Para superar la pérdida de un ser querido hay que tener presente lo que dice David, que La Palabra de Dios era su consuelo en momentos de aflicción. Hay que aferrarse a un versículo y una Palabra y declaré que es libre. Aferrarse a Nehemías capítulo 8, a las palabras de Pablo, en Romanos capítulo 8, 1 Corintios capítulo 3. Usemos la Palabra de Dios para encontrar consuelo de alguna pérdida en el pasado, ya sea de un ser querido, propiedad u objeto. Tienes que vivir la vida en la abundancia que Dios preparado para nosotros”, destacó Muñoz.
El sentimiento o experiencia de fracaso: puede haber fracaso en el negocio, matrimonio, familia, estudios y empresa donde depositamos mucha ilusión y deseo, pero fracasamos. Pero cada una de estas cosas son parte de la vida.
“Un sentimiento de remordimiento por fallarle al Señor, fue Pedro, quien la pasó mal por esa experiencia. Sin embargo, Cristo al resucitar restauró esa falla terrible, ese sentimiento de fracaso, y dice que quiere ver a todos sus discípulos, incluyendo a Pedro”, expresó Muñoz. Leer Marcos 16:7.
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