NOTICIACRISTIANA.COM – La gracia se alcanza cuando permitimos que el Espíritu Santo, nos enseñe a aplicar, las enseñanzas de Cristo. Es el regalo que a través del sacrificio de Cristo que estamos dispuestos a recibir. La gracia puede sacarnos de nuestro estado actual y elevarnos a las normas sujetas a la voluntad de Dios. Pero, la aceptación de ese regalo depende de nuestra voluntad de aprender de Cristo.
El apóstol Arnold Ballesteros, en el programa “Cristo es Vida”, explica que la gracia es el poder de Dios, y que su objetivo, es la salvación. Asimismo, detalla que el apóstol Pablo, en el libro de Romanos 3, explica cómo opera y cumple su propósito de salvación.
Ballesteros, señala que en Hechos 15:11 y 40; Romanos 16:20-24; y Gálatas 1:6, se explica que la gracia pertenece y procede de Jesucristo. Por lo tanto, Cristo es la esencia y sustancia de la gracia. Y sólo en Cristo se puede experimentar la gracia. Leer Hebreos 4:12-16.
“En Hechos 20:32, claramente se indica que la gracia tiene poder para edificarnos, pero a quienes están siendo santificados. La fuente de gracia es Cristo mismo, ningún hombre, es fuente de gracia. El ser humano tiene la responsabilidad de rendirse a dicha gracia cuando es manifestada de parte de Dios, en el corazón del hombre. Es decir, ningún hombre que acepta esta gracia, no puede jactarse de nada, porque lo único que hace es responder a la obra que Dios inició en él”, resalta Ballesteros.
Agrega, que la gracia del poder de Dios, opera junto con nosotros, de ahí que se hable de una participación. El Señor, nos entrega una forma de enseñanza viva y eficaz, a la cual hay que responder y abrazar, acoger y no negar.
“Nuestro caminar no debe estar basado en alcanzar metas naturales, porque es un factor distractor. Debemos estar enfocados en experimentar el Señor, ese debe ser nuestro enfoque. El problema es que nos desenfocamos de la esencia de la gracia de Dios, y el hombre sufre desgaste, al alcanzar aspectos que no le sacian. Se debe seguir la enseñanza que él nos entrega, porque es vida y verdad”, acotó Ballesteros.
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura”
Isaías 55:1-2
Ballesteros, indica que la gracia es sustancia divina, que enseña una vida interna y produce en nuestra alma, lo que no podemos producir con nuestra naturaleza humana. Es decir, la gracia de Dios, es ese poder divino que enseña a negar, renunciar y contradecir, todo aquello del mundo, que el hombre natural no puede hacer. Leer Timoteo 2:11-12.
“La gracia te enseña a aborrecer todo aquello mundano, y hay una tendencia fuerte a todo lo que es de Dios, y no a lo terrenal o lo natural. Debemos estar en libertad del pecado, a través de conocer la verdad, para ser libres, esa verdad la enseña, Jesucristo, y llegamos a ser siervos de la justicia”, precisa Ballesteros. Leer Romanos 6:18.
“La gracia produce justicia de Dios en nosotros, porque la naturaleza divina de Dios, es ser justo. La justicia de Dios llega por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo, pero hay quienes no experimentan esa fe, que es la comprensión de Dios, en el corazón del hombre. La gracia de Dios, es la que justifica, pero no conozco ni experimentó esa gracia, porque sigo en deseos mundanos”, concluye Ballesteros.
Leer Juan 1:5; 2 Pedro 1:4 y Romanos 3:21-24.
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