Según las últimas comunicaciones de la AEMET, la Agencia Estatal de Meteorología, el fenómeno de El Niño podría establecerse a nivel global en los próximos meses, dando lugar a un aumento de las temperaturas en todo el mundo. Justamente, la población mundial acaba de abandonar otro episodio de variación del sistema climático, conocido como La Niña, y en el que llevaba sumergido los últimos 3 años.
Citando la información dada por la OMM, la Organización Meteorológica Mundial, la AEMET asegura que aún no se puede confirmar totalmente la implantación de este fenómeno en el último tercio del año, pues aún se carecen de ciertos datos que confirmen las sospechas. Sin embargo, sí habla de un 70% de probabilidades de que El Niño se instale entre los meses de julio a agosto, y hasta de un 80% de que lo haga entre agosto y septiembre.
EL FENÓMENO DE EL NIÑO
El fenómeno de El Niño es un episodio meteorológico que puede dar lugar a variaciones de temperatura en todo el planeta. En concreto, El Niño se caracteriza por traer consigo un aumento de las temperaturas considerable a nivel mundial. Ese cambio en el sistema climático suele conllevar un repunte en los índices de calentamiento global y un aumento de las posibilidades de batir nuevos récords de temperaturas máximas.
Probabilística de la temperatura del aire y la precipitación para el periodo de mayo-julio 2023
El origen de este tipo de episodios es natural y comienza con un aumento de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico Tropical. No es un fenómeno aislado, sino que es habitual en la climatología terrestre: se producen en ciclos separados unos 2 a 7 años, con episodios de 9 a 12 meses de duración.
Un ejemplo de las consecuencias de El Niño se encuentra en el año 2016. Este fue, hasta día de hoy, el año con las temperaturas más cálidas registradas, lo cual derivó directamente de una instauración del fenómeno del El Niño, ligado al aumento de gases de efecto invernadero por la acción humana. Sin embargo, no hay dos episodios iguales, y los expertos apuestan por seguir de cerca la investigación para ver cómo evoluciona.
INICIOS HABITUALES Y SITUACIÓN ACTUAL
Normalmente, los “síntomas” de la instalación de El Niño son, además de la subida de la temperatura en la superficie del mar de esas ciertas zonas, un aumento considerable de las precipitaciones en el sur de América del Sur, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia Central. Asimismo, en las zonas del hemisferio norte, la existencia de aguas más cálidas podrían intensificar la creación de huracanes en las áreas central y oriental, debilitando su posible formación en la zona atlántica. Finalmente, es habitual la aparición de intensas sequías en Australia, Indonesia y el sur de Asia.
Efectos habituales de El Niño en la precipitación a nivel mundial
Pero, ¿cuál es la situación actual? ¿Cuántos de estos indicios han ocurrido ya para considerar probabilidades tan altas de que el fenómeno ocurra? Las autoridades meteorológicas afirman que, desde febrero de 2023, el aumento de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico y en la costa de América del Sur es considerable y significativo. Esto, junto a las predicciones de los expertos de evolución de las precipitaciones y condiciones meteorológicas en el hemisferio norte y el propio Pacífico tropical, indican que la instauración de un episodio de El Niño en el segundo semestre de 2023 es algo altamente probable.
PRONÓSTICO EN ESPAÑA
La AEMET afirma que es complicado saber cuáles van a ser los efectos en España de la posible instalación del El Niño. Lo que se puede esperar es que dé lugar a un aumento de las temperaturas, así como a un incremento en las precipitaciones. Sin embargo, recalcan que hay muchos factores que pueden influir en la evolución, incluyendo la variabilidad del propio fenómeno entre unos y otros episodios.
En general, en España tiende a existir una “correlación positiva” en otoño, es decir menos precipitación en esa estación, y una “correlación negativa” en el final del invierno y el comienzo de primavera, es decir, menos precipitaciones en esos periodos. Sin embargo, por ser estas correlaciones unos porcentajes calculados en torno a una variable meteorológica, pueden cambiar fácilmente, llegando a suceder, incluso, lo contrario a lo que predecía la correlación.
Es por lo tanto necesario mantenerse a la espera de nuevas investigaciones que determinen de forma más certera cuál será la evolución de la situación climática.
EL FENÓMENO DE LA NIÑA
El clima mundial se encuentra, sin embargo, a la salida de otro fenómeno que lo lleva acompañando durante los últimos 3 años: La Niña. Este episodio, inusualmente largo, es un fenómeno climático que también forma parte, al igual que El Niño, del ciclo natural de la climatología global. Se caracteriza por un régimen de vientos alisios de gran intensidad desde el oeste, así como un fuerte descenso de las temperaturas en la zona ecuatorial.
Realmente, el clima se encuentra en constante cambio entre periodos de El Niño, episodios cálidos, y La Niña, episodios fríos, de forma que cuando uno termina, se dan una serie de cambios en la meteorología que dan comienzo al siguiente o, en algunos casos, a periodos neutros. Suelen ser más fuertes cuanta menor es su duración y su mayor impacto se da en los primeros 6 meses.
