Este sacerdote de México tuvo una idea genial para seguir impartiendo el sacramento de la confesión y al mismo tiempo guardar la distancia necesaria para evitar riesgos de contagio: confesar en el estacionamiento sin que el penitente baje del auto.
«Yo evité el inconveniente de que no había una sana separación. Entonces hicimos este confesionario de madera con una separación que permite por un lado escuchar y por otro lado una separación real entre la persona que se confiesa y el sacerdote », cuenta el padre Carlos Alberto de la Parroquia San Judas Tadeo en Huixquilucan.
En el estacionamiento de su parroquia se instaló un confesionario al cual se acercan los fieles a recibir el perdón de sus pecados. No es necesario que bajen de sus vehículos ya que el sacerdote los espera sentados al otro lado de una mampara de madera que sostiene un cristal que brinda seguridad tanto al padre Carlos Alberto como a los penitentes.
Esta forma creativa y segura de realizar la confesión ha sido felicitada por su feligresía quienes pueden acercarse a la Parroquia San Judas Tadeo todos los días desde las 11:00 am hasta el mediodía y desde las 5:00 pm a 6:00 pm.