Desde que el volcán Litli-Hrútur, en Islandia, entró en erupción en julio, algunos creadores de contenido, así como fotógrafos y expertos en volcanes, han llegado hasta el lugar que se mantiene protegido por las autoridades para los civiles. Sin embargo, a través de drones, algunos profesionales han logrado obtener imágenes de primera mano sobre los ríos de lava que brotan del monte.
Se trata de Vince Tonk, un piloto profesional de drones que, a través de sus redes sociales, publicó un video con las impresionantes imágenes del volcán en medio de su erupción. A pesar de las altas temperaturas, puesto que se estima que los alrededores de las zonas afectadas están sobre los 800° C, el videógrafo tuvo que tomar medidas para proteger los aparatos electrónicos, así como un traje especial.
En el video, Tonk muestra la lava salpicando desde el cráter del volcán y cayendo por el monte hacia abajo, todo esto con un atardecer detrás. Además, la cámara se ve cada vez más cerca de la lava, preocupando así la integridad de los equipos, sin embargo, esta no logra tocarlo.
“Verdaderamente mágico sentir el retumbar de la tierra bajo mis pies parado en el borde tomándolo todo (…) Ninguno de mis drones se perdieron mientras hacía estas tomas”, agregó en la descripción, indicando la emoción del momento y lo que sintió cuando estaba cerca del volcán en erupción.
Curiosos se acercaron demasiado para ver la erupción
Las autoridades de Islandia recomiendan no acercarse a la nueva erupción volcánica, ocurrida cerca de Reikiavik, pero un grupo de curiosos no pudo resistir el atractivo de una lava “tan naranja como el sol”.
“Cuando el viento sopla en esta dirección, no hace tanto calor (…) Es cálido como una fogata”, le dijo a la AFP Niall Lynch, un guía irlandés de 23 años, mientras observaba la lava cerca de Litli Hrutur.
Al otro lado de la fisura, el gas liberado por la erupción provoca un calor “insoportable”. “Ahí es demasiado caliente para quedarse durante cierto tiempo. Es como 1.000 grados Celsius”, exclamó.
Esta zona volcánica despoblada, situada 30 kilómetros al suroeste de la capital islandesa, estuvo dormida durante ocho siglos, pero ha experimentado un repunte en su actividad volcánica en los últimos dos años.
La falla eruptiva se amplió a unos 900 metros durante la noche, respecto a los entre 200 y 300 metros iniciales, afirma el martes en su último informe la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO).
“Cuando miras al centro de la capa de lava, es mucho más brillante de lo esperado”, señaló Lynch.
“Yo pensaba mucho más en colores oscuros como negros y marrones, como las rocas cuando empiezan a solidificarse. Pero justo en el medio es naranja puro, como el sol. Es asombroso”, continúa.
En esta ocasión, el acceso al lugar fue cerrado el lunes por la noche después de que la IMO alertó de la acumulación de niveles “peligrosamente elevados” de gases volcánicos como el dióxido de azufre.
*Con información de la AFP.