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Rocío Martínez y su esposo se contagiaron de Covid-19 cuando participaron de una fiesta de cumpleaños. La mujer fue la más afectada al presentar graves problemas para respirar.
Aislados unos de otros y sin tener para comer; Martínez fue internada en un hospital de Franklin, Tennessee, donde nadie pudo ir a visitarla.
El marido, quien también dio positivo en la prueba, no tenía trabajo ni podía conseguir comida para alimentar a sus hijos.
Luego de conocer el parte médico, la iglesia Hope Church en donde la familia se congrega, se reunió para hacer una cadena de oración para que Dios haga un milagro en ella. Si no existen mejoras, los médicos mejoran que sacarle al bebé por falta de oxígeno.
“El médico me comunicó que tenía 48 horas para empeorar o curarse, si no mejoraba, tendrían que retirar al bebé de mi vientre, por falta de oxígeno y su salud tenía peligro”, dijo Rocío.
El pastor de la iglesia William Burton, convocó a toda la congregación para clamar a Dios por ella y su familia; junto con otros les proporcionó alimentos a ellos y a otras familias necesitadas.
El esposo de la mujer, Miguel Vera, estaba angustiado en su casa sin saber que hacer, “No podía acercarme a ella. Mis manos estaban atadas y todo lo que hice fue orar ”, comentaba.
"Alguien de la iglesia le acerco comida para el día y también ayudó a pagar la hipoteca de mi casa", solicitó el pastor.
Por su parte la valiente mujer, dejó su vida y la de su bebé en manos de Dios, incluso su vida sin miedo a partir de este mundo. Asegurando que Dios tiene el control de todo.
“Clame a Dios que haga su obra en mi. Él es el alfarero y yo soy el barro, y pongo mi vida en sus manos ”, comentó Rocío.
El esposo de Martínez, por su parte anuncio que vio al Señor manifestado en todos los que clamaron a Dios por nosotros, "Pude ver las manos de Dios en mi familia".
Actualmente, la valiente Rocío está por dar una luz a una niña hermosa y en buenas condiciones de salud. La familia ya se recuperó del virus para la Gloria de Dios.
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