NOTICIACRISTIANA.COM- El 14 de diciembre de 2017, Angie vivió una experiencia que cambió su vida para siempre. Mientras almorzaba con su familia, comenzó a sentir un intenso dolor de estómago.

Tras tomar la medicación recomendada por su médico, su estado empeoró rápidamente. Lo que comenzó como un dolor común se convirtió en una emergencia médica.

Su hijo, alarmado por su condición, la metió en el auto para llevarla al hospital, pero antes de llegar, Angie comenzó a convulsionar y a perder el conocimiento, informa Guíame.com.

“Pensamos que simplemente dejaría de doler. Pero no se detuvo. Mi hijo la metió al auto y empezó a convulsionar”, relató Bill, su esposo, a CBN News. En cuestión de minutos, Angie dejó de respirar.

Su hijo tuvo que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegaron los paramédicos. En el camino al hospital, Angie sufrió múltiples paros cardíacos.

El médico de urgencias, Eric, quien la atendió, oró mientras realizaba las maniobras de resucitación. “Le pedí a Dios que su poder se moviera a través de mí”, recordó.

Pidiendo por su vida

Mientras tanto, amigos y familiares se unieron en oración pidiendo por su vida. Después de dos horas y media, el pulso de Angie se estabilizó, pero los médicos temían que sufriera daños cerebrales irreparables.

Para sorpresa de todos, Angie comenzó a responder y, seis días después, salió del coma inducido. “Me sentí como si estuviera en la presencia de Dios”, contó Bill, agradecido por el milagro. Los médicos, asombrados por su recuperación, calificaron su caso como un «milagro navideño».

Hoy, Angie agradece a Dios por darle una segunda oportunidad de vida. «Quiero que la gente sepa que, en las peores situaciones, la oración puede salvarte», declaró emocionada.

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