Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado. Juan 16:8-11

Señor nuestro Dios, te damos gracias por renovar continuamente tu Espíritu en nosotros. Te agradecemos que tu Espíritu nos capacita para entender a Jesucristo y seguirlo todos nuestros días sobre la tierra. Bendícenos y permite que tu Espíritu venga al mundo, a toda la gente; que tu Espíritu Santo se derrame de nuevo en cada corazón. Pero todavía debe haber castigo por el pecado. Por causa de la justicia, el mundo tiene que sufrir castigo por medio del juicio. Porque tú, Dios Todopoderoso, eres Señor, y ni siquiera Satanás, el príncipe de este mundo, puede actuar en contra de tu voluntad. Tú llevarás a cabo tu voluntad por medio del Espíritu Santo. Nuestro deber es simplemente seguir a Jesús todos nuestros días, y eso será nuestra alegría. Alabaremos tu nombre cada día para que, incluso en medio de gran aflicción, podamos seguirle jubilosos, con la fuerza del Espíritu Santo. Amén.