NOTICIACRISTIANA.COM – El Evangelio describe el poder de Dios, como el pan espiritual en nuestra vida. A través del Evangelio, se puede entender la voluntad de Dios, encontrar maneras de practicarlo en todas las cosas, y obtener la guía del padre. En este sentido, Dios realiza su obra en todos los que creen en él y aceptan su palabra.
Jason Henderson, en el programa “Cristo es Vida”, explica que la única forma de conocer el Evangelio, es conociendo el poder de Dios obrando en nosotros, que forma en nosotros una naturaleza contraria a la nuestra. Por lo tanto, precisa que la esencia y realidad del Evangelio no son palabras.
Henderson, señala que en la carta de 1 Pedro 1:22-25, hay varios puntos apostólicos que se deben considerar sobre la verdad del Evangelio. En primer lugar, Pedro precisa que el Evangelio, purifica el alma de los que obedecen la verdad, los que le permite experimentar un amor celestial, que fluye de Dios, esas personas son las que renacieron.
Purificación a través del Evangelio
En segundo lugar, Pedro describe que el Evangelio, es una palabra viva, que causa ese nuevo nacimiento y purificación en ellos, que permite que ese amor celestial fluya sin estorbo en sus corazones. Por último, la enseñanza apostólica, determina que es por medio de la predicación del Evangelio, que se experimenta una Palabra de vida, por la cual tienen que nacer para ser purificados y amarse los unos a los otros.
“La Palabra eterna que es predicada por el Evangelio, purifica y crea en el corazón del hombre el amor de Dios. El mensaje del Evangelio puede ser descrito por Palabras, pero su sustancia y esencia es el poder de Dios”, indica Henderson.
Por otro lado, expresa que Pablo en 1 Tesalonicense 1:5 y 2:3, lo describe como una Palabra que hace una obra en los que creen. Por lo tanto, es necesario conocer verdaderamente la obra del Evangelio y esa experiencia verdadera del amor celestial.
“Pablo en su carta a los Romanos, manifestó que no se avergüenza del Evangelio, porque es poder de Dios. Es importante entender que quiere hacer con su poder en el hombre, o la razón por la que lo necesitamos. El Evangelio es una solución a un problema que no queremos ver, una cura poderosa o medicina celestial. Si no somos humildes delante de Dios, jamás vamos a experimentar el poder del Evangelio”, destacó Henderson.
Restauración
El predicador puntualiza que el poder del Evangelio, es para restaurarnos. En este sentido, explica que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, pero la perdió en su caída.
“La caída del primer hombre, no fue la muerte externa o carnal, fue peor porque perdió la imagen y semejanza de Dios, perdió su luz, vida, sabiduría y pureza. Perdió todo lo que es Dios y que manifestaba a través del hombre. Cuando el hombre dejó de manifestar la vida de Dios, fue su caída”, acotó Henderson.
“El poder del Evangelio, no es el poder de Dios para llamarnos a algo que no somos. Es el poder de Dios obrando en el hombre para restaurar esa imagen y semejanza, para crearnos de nuevo en Cristo Jesús; con el objetivo de renovar la naturaleza e imagen que el hombre perdió en la caída”, concluye el predicador.
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