Refutando los 5 puntos del calvinismo (TULIP), letra por letra
“El dios calvinista es el Ser más cruel, injusto y parcializado.” – David Hume
Quizás hayas escuchado de famosos predicadores, ministerios y teólogos como John MacArthur, Sugel Michelén, Miguel Núñez, Will Graham, Juan Manuel Vaz, Steve J. Lawson, R.C. Sproul, Tim Keller, John Pipper, Paul Washer, Michael Horton, James White, Jeff Durbin, BITE, Got Questions Ministry, Douglas Wilson, Martin Lloyd Jones, Joshua Enior (conocido como Cristiano Conservador) y muchos otros sin saber que son de doctrina calvinista (nada que ver con gente calva). Charles Spurgeon fue un famoso predicador que se identificó como calvinista aunque en sus predicaciones llegó a contradecir mucho de la doctrina reformada. Muchos de estos hermanos hacen buenas publicaciones con respecto a la familia tradicional, el creacionismo, el movimiento provida y sobre otras creencias que también tenemos en común. Las pocas diferencias se centran más en la escatología y la soteriología. Por tanto, con estos hermanos solo tenemos que retened lo bueno y desechar lo malo o dicho de otro modo, “come la carne y deja los huesos”.
Aunque algunos calvinistas modernos tratan de desligarse del hombre llamado Juan Calvino (quien tuvo el mal testimonio de perseguir aquellos que no pensaran igual que él) del sistema teológico que lleva su nombre la realidad es que Calvino fue responsable del surgimiento del calvinismo. Si no fue así entonces ¿por qué otra razón se llamaría calvinismo? Sin embargo, las enseñanzas o reinterpretaciones de Calvino sobre la gracia no se encuentran en la Biblia ni en los escritos patrísticos de los Padres de la Iglesia antenicenos sino que surgieron durante el siglo 4 y 5 por el filósofo católico Agustín de Hipona quien sostuvo otras herejías las cuales también eran completamente desconocidas para la iglesia primitiva como el bautismo infantil, el amilenialismo y la virginidad perpetua de María.
Pero ya luego y durante siglos nadie en la iglesia católica ni fuera de ella creía en este tipo de fatalismo. De hecho, no fue hasta el siglo 16 en donde Juan Calvino cayó víctima de los escritos filosóficos de Agustín y afirmó que eran la forma correcta de interpretar el verdadero evangelio de Cristo. Esto fue admitido por el mismo Calvino en sus Instituciones sobre la Predestinación (Institutes, Book IIV, capítulo 22) y también es admitido por teólogos calvinistas y no calvinistas como R.C. Sproul, Dave Hunt, David Engelsma, B.B. Warfield, Timothy George, R. Tudor Jones y Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism, Ken Wilson, D. Phil y Alister E, McGrath, p.38, Historical Theology). Por tanto, nadie se vuelve calvinista leyendo la Biblia.
Algunos calvinistas afirman que ninguno de los padres tempranos de la iglesia creía en el libre albedrio sino hasta Jacobo Arminio lo cual es falso pues Ireneo de Lyon ya estaba refutando la interpretación calvinista sobre la predestinación la cual vino primeramente del gnosticismo y maniqueísmo en su comentario de Romanos 9 (Contra los Herejes, Libro 4, Capítulo 39). Atanasio de Alejandría también dijo que, "El Hijo de Dios vino al mundo a redimir a todos los hombres...sufriendo en su cuerpo en favor de todos los hombres."Otros dicen que si no eres arminiano entonces eres calvinista o viceversa pues tienes que ser uno o el otro. Esto es caer en una falacia de falsa dicotomía pues los Bautistas no reformados y otros grupos evangélicos no somos arminianos porque no creemos que la salvación se pierde. De hecho, al no saber diferenciar entre preservar y perseverar (lo cual niega la seguridad eterna del creyente) demuestran que en el fondo son ellos los arminianos. Tampoco creemos en el pelagianismo lo cual acusarnos de ello sería caer en una falacia de hombre de paja ya que no negamos el pecado original o Caída, ni creemos en la teoría creacionista del alma sino en el traducianismo, ni que el hombre nace bueno o que son capaces de vivir sin pecado (impeccantia) ni que la fe es una obra.
Pero tampoco calvinistas pues malinterpretan la predestinación bíblica lo cual se basa en los escritos de Agustín de Hipona (354-430) y Juan Calvino (1509-1564). El calvinismo también se conoce por otros títulos tales como teología reformada, determinismo, las doctrinas de la gracia, el Agustinianismo o con la palabra TULIP la cual es usada como acrónimo para recordar fácilmente el orden de los cinco puntos del calvinismo. Es una forma de abreviar las frases, depravación total, elección incondicional, expiación limitada, gracia irresistible y la perseveración de los santos cuyos títulos no aparecen en la Biblia. Así que, empecemos refutando la primera letra ya que si esa es falsa entonces los demás 4 puntos del calvinismo caerán como castillo de naipes.
- Total depravity (Depravación total).
Estamos de acuerdo de que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa o depravada (Romanos 3:10-11) pero no como lo define el calvinismo pues para ellos el ser humano es tan depravado que no tiene la capacidad de creer en Cristo por lo que tiene que ser regenerado primero por el poder de Dios antes de poder tener fe. En otras palabras, tiene que nacer de nuevo para luego creer. Sin embargo, en ninguna parte de la Biblia dice que Dios les concede la regeneración primero para ser justo. Al contrario, los calvinistas lo tienen al revés pues el orden correcto de eventos que presenta las Escrituras es creer (que significa lo mismo que fe y confiar) antes de nacer de nuevo (regeneración). Vea por ejemplo, Juan 3:15-16, 36; 5:24; 6:40; 20:30-31; 7:37-39; Hechos 8:30-38, 10:43-44; 16:29-31; Efesios 1:13-14 y Romanos 3:22; 4:3-5; 5:1-2; 10:9-13. Primero es la fe y luego la regeneración. Según estos pasajes la regeneración no precede la fe ya que el pecador primero escucha el evangelio porque “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17), luego cree y es salvo como resultado (Juan 3:14-16). De igual manera, su fe es el factor que lo hace hijos de Dios (Gálatas 3:26). Además, hay muchos pasajes que exigen al que no está regenerado a buscar de Dios lo cual no tendría sentido si no tiene la capacidad de hacerlo (Jeremías 29:13; Isaías 55:6; Hechos 17:27 y Hebreos 11:6). Ejemplo de esto lo vemos en Cornelio quien estaba espiritualmente muerto sin embargo según Hechos 10:45-47 estaba buscando tener una relación con Dios.
En otras palabras, todos somos pecadores y todos merecemos ir al infierno, pero eso no significa que la Caída también provocó que tuviéramos la incapacidad para creer o tener fe. Eso no aparece como parte de la lista de las maldiciones de la Caída en Génesis 3 y prueba de que no estaba incluida es que Adán no perdió su habilidad de tomar decisiones después de haber muerto espiritualmente al desobedecer de Dios y tampoco su descendencia. De hecho, Dios no trató a Caín en Génesis 4:6-7 como si no tuviera esa habilidad pues ¿por qué le diría que podía hacer bien y ser aceptado si no tenía esa capacidad o libre albedrio?
Entonces ¿a qué se refiere Romanos 3:11 cuando dice que “No hay quien busque a Dios”? Se refiere a que el hombre no busca de Dios a menos que haya una iniciativa divina. En otras palabras, estamos de acuerdo de que Dios es el que siempre atrae y actúa primero en nosotros y que lo amamos “porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19 y Juan 6:44). Pero ese amor está extendido a todo el mundo (Juan 3:16 y 12:32) y eso lo hace a través de su Palabra porque como dice Romanos 10:17, “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios”. Ya luego toca a nosotros creer o no como enseña el mismo Juan en Juan 3:15-16 y 36. Es obvio que cuando la Biblia dice en Romanos 3:10 o los Salmos 19:1 que “no hay quien hace lo bueno” no significa que la gente perdida no contribuye en nada positivo o que no puede tomar decisiones correctas pues la historia lo demuestra, sino que no puede contribuir en nada que merita su propia salvación pues sus obras son descritas como trapos de inmundicia (Isaías 64:6). Esto es lo que debería ser llamado total depravación. Sin embargo, para los calvinistas como solo lo espiritual es bueno y toda materia es completamente corrupta entonces Dios tiene que seleccionar un grupo secreto para predestinarnos o determinarlos a la salvación eterna lo cual es una idea sacada del gnosticismo y maniqueísmo del filósofo católico Agustín de Hipona.
Muchos calvinistas citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Así que, según esta analogía calvinista el pecador tiene que nacer de nuevo para que pueda ejercer fe. Pero ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir y por otro, cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió el mismo día de su caída pero no quedo inhabilitado de sus todas sus facultades (Génesis 2 y 3).
Por tanto y bíblicamente hablando, la ilustración que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones. De hecho, siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? ¿Qué necesidad habría de que el Espíritu Santo toque la puerta del corazón de un pecador en Apocalipsis 3:20 si según los calvinistas es incapaz de abrir la puerta? En fin, si la gente se va al infierno es por culpa del hombre y no de Dios. La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP.
Algunos calvinistas usan la analogía de Lázaro para comparar la muerte física con la espiritual para demostrar así que no puede hacer nada a menos que Dios lo llame. Sin embargo, esto es apelar a una falsa analogía pues, aunque estamos muertos antes de ser salvos en ninguna parte de la Biblia se usa el ejemplo de Lázaro para probar que el hombre no tiene la capacidad de creer. Al contrario, en Juan 11:42 dice que Jesús esperó dos días para hacer el milagro de la resurrección. Pero ¿por qué no lo hizo antes? ¿Por qué entonces la espera? El contexto del pasaje dice que lo hizo para que pudieran creer lo cual refuta la falsa doctrina del calvinismo de que nadie puede creer si está muerto espiritualmente.
Otro argumento que usan es que la fe es una obra y que por ende no podemos tener fe porque es un don de Dios ya que si nosotros ponemos fe para ser salvos entonces eso sería enseñar una salvación por obras y no una salvación 100% del soberano Dios. Sin embargo, leen la Biblia mal pues si tan solo quitaran sus lentes calvinistas se darían cuenta que no es la fe sino la gracia lo que es el don de Dios. (Romanos 6:23 y Efesios 2:8). Además, la Biblia también es clara cuando dice que la fe no es una obra. Al contrario, la fe es opuesta a la obra (Efesios 2:8; Romanos 4:5; 5:1-2; Gálatas 2:16; 3:2,5,10; Filipenses 3:2-9; 2 Timoteo 1:9 y Tito 3:5) y esta viene por el oír (Romanos 10:17). Por eso la importancia de la obra misionera y el evangelismo personal (Romanos 10:14-15) lo cual muchos calvinistas no practican. ¿Pero no demuestra 1 Corintios 2:14 que los muertos son incapaces de creer? No pues según el contexto Pablo está reprendiendo a los corintos quienes son cristianos porque como eran carnales, inmaduros y mundanos no podían comprender las cosas de Dios (1-2). Por eso les dice que primero tiene que darles de “beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía” (1 Corintios 3:1-4).
- Unconditional election (Elección incondicional).
Los calvinistas dicen que la palabra predestinación o elección no la inventó Agustín de Hipona, ni Juan Calvino, sino que está en la Biblia y que significa que Dios sin condición (arrepentimiento o fe) escoge desde la eternidad pasada a ciertos individuos a ser salvos lo cual suena como un juego de azar donde se lanza una moneda al aire para ver si cae cara o cruz o en este caso, cielo o infierno. Estamos de acuerdo en que aparece en las Santas Escrituras, pero no la forma que lo interpretan los calvinistas pues según Efesios 1:3-5, Romanos 8:29-30 y otros pasajes se nos enseña que la predestinación bíblica trata sobre conformarnos a imagen de Cristo y nuestra santificación progresiva. No tiene nada que ver con la salvación. De hecho, Efesios 1:3-5 y Romanos 8:29-30 enseña que el objeto de la elección son los mismos cristianos y que nos predestinó “en Cristo”, no cuando estábamos fuera de Cristo. Por tanto, el cristiano es predestinado o elegido para servir y no para ser salvo. Gran diferencia.
La elección toma lugar cuando ya somos parte de la iglesia. Así que, Dios no predestina quien va a ser salvo, sino que ha predeterminado a todos los creyentes para que reciban como herencia los beneficios espirituales y para que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo lo cual ocurre durante nuestra santificación progresiva para dar frutos (Juan 15:5,16 y 2 Timoteo 1:9) y cuando nuestros cuerpos mortales y corruptos sean transformados en uno incorruptible, inmortal e impecable como la del Cristo glorificado (Filipenses 3:21 y 1 Juan 3:1-5). En otras palabras, Dios nos predestina para empezar el proceso en nosotros hasta completar al final esta condición de perfección. Mientras que aquellos que son condenados lo son porque no creyeron en el evangelio y no porque no fueron elegidos (Vea Juan 3:18 y Hechos 2:38). Para ponerlo en diferentes términos: 1 Corintios 1:21 dice que somos salvos “por la locura de la predicación”y no por la locura de la predestinación. Si la doctrina calvinista de que todo hombre ya está determinado a ir al cielo o al infierno antes de haber nacido (o creado) fuera cierta entonces no tendría sentido enviar a los misioneros para que prediquen el evangelio a los que no conocen a Cristo (Mateo 28:19; Marcos 16:15, Lucas 24:47; Juan 20:21; Hechos 1:8 y 1 Corintios 15:34).
¿Pero los predestinados ya fueron perfectamente santificados? Posicionalmente sí y lo somos cuando creemos no porque hemos sido predestinados para ser salvos lo cual es otra cosa pues la santificación progresiva ya depende de nosotros y por eso la Biblia habla de recompensas. No confundir esto con el regalo de la salvación. Son dos cosas diferentes. Muchos calvinistas citan 2 Tesalonicenses 2:13 para afirmar que desde el principio Dios determinó quien y no sería salvo. Sin embargo, este pasaje en su contexto simplemente dice que desde el principio Dios determinó que los creyentes no pasarían por la tribulación, sino que los libraría de ello. De verdad creo que este tipo de filosofía de hombre ataca la naturaleza benigna y justa de Dios ¿Por qué? Pues si Dios no quiere que todos sean salvos y que nadie puede buscarlo a menos que Él les ponga ese deseo entonces ¿no implica eso que cualquiera que no es salvo es por culpa de Dios? La mayoría de las personas no mandarían al infierno a billones de personas solo por puro placer. Por tanto, es una blasfemia poner la moral del Dios del cielo a un nivel inferior y por debajo a la del hombre pecador. Como dice el erudito protestante, Ben Witherington III, "La teología calvinista no representa al Dios de las Escrituras."
Otros calvinistas citan Romanos 9. Pero ¿enseña Romanos 9 que Dios predestinó a ciertos hombres para condenación? No. Lo que sí enseña es que el pecado predestina para condenación, pero Dios por su misericordia nos ha predestinado para salvación por medio de Cristo; de tal manera que a todos los que no pertenecíamos a Israel, Dios nos dice: “Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada” (Romanos 9:25). De hecho, si fuera válida la gracia irresistible los escogidos como Israel no tendrían apostasía.
- Limited atonement (Expiación limitada).
En los días de Cristo y de la iglesia primitiva la creencia con respecto a la expiación es que era ilimitada y no limitada. Vea por ejemplo Juan 4:40-42 donde se le llama a Cristo, “el Salvador del mundo” y en otras se nos dice que murió “por todos” y que Dios no quiere que ninguno perezca “sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9, Juan 3:16; Romanos 10:13; 1 Timoteo 2:4,6; 4:10 y Hebreos 2:9). Esto no significa que creamos en el universalismo la cual propone que todo el mundo será salvo independientemente si creen o no en Cristo, pues sabemos que no todo el mundo es regenerado por Dios. Pero eso se debe a que no quieren creer en el evangelio y no porque están predestinados al infierno como enseña equivocadamente el calvinismo (1 Corintios 7:37 y 9:17). El calvinista extremo argumenta que “La redención universal significa salvación universal” o que “Si Cristo murió por todos, entonces todos serán salvos” lo cual es una falacia de hombre de paja. Pensemos en la lógica de esta afirmación. Esto sería como decir, “Si la medicina está al alcance de todos, todos tienen que ser sanados.” Obviamente, esto es falso. La medicina, aunque esté disponible, no hará ningún bien a menos que sea tomada. “En la aldea hay suficiente agua fresca para cada persona sedienta.” ¿Significa esto que cada persona de la aldea tendrá saciada su sed? Solamente si cada persona bebe. Por tanto, hay que hacer una diferencia entre la redención realizada y la redención aplicada. Otras analogías que se pueden usar para ilustrar esta Verdad es el del paracaídas, el salvavidas o el anillo de compromiso.
Los calvinistas responden enseguida apelando a una redefinición de términos universales diciendo que la palabra todos a veces no significa todos y que solo se refiere a los elegidos. De esta forma, los calvinistas cambian el significado de las palabras para insistir en la idea de que Dios no desea salvar a todo el mundo. No solo estas redefiniciones van en contra de los diccionarios seculares y bíblicos, sino que es destruida por el contexto de las mismas pues en Isaías 53:6 se entiende que el primer “todos” se refiere a que todos somos pecadores en términos universales y que por necesidad el segundo “todos” es definido de la misma manera para hacer efectivo el paralelismo del verso. La misma idea se encuentra en Romanos 5:18.
Romanos 5:18 afirma que “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres [depravación total] de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida [expiación ilimitada]” Si vamos a hacer referencia de la cantidad cuantitativa de las personas involucradas en la depravación entonces “de la misma manera” se les ha dado la oportunidad de ser salvos. El “todo hombre” en 1 Timoteo 2:1-4 no puede referirse “todo hombre elegido” sino que debe ser universal. No a un grupito de personas. De eso trata la gracia de Dios la cual no hace acepción de personas pues es suficiente para todos los hombres que creen (Tito 2:11). Lo mismo se puede decir del amor de Dios lo cual es colectivo y no selectivo.
Tampoco hay base bíblica para decir que la palabra “mundo” traducida de la palabra griega Kosmos significa elegidos. De hecho, si interpretáramos la palabra "mundo" por "elegidos" en los siguientes pasajes caeríamos en lo absurdo (Juan 7:7; 9:32 y 12:31; 14:17, 27; 15:19 y 16:11). Esto demuestra que la filosofía calvinista no solo es una mera opinión, sino que también choca con la expresión clara de las Escrituras. ¿Y por qué Jesús ora solo por sus discípulos en Juan 17? Juan 17 se divide en 3 partes. En Juan 17:1-5, Jesús oró por sí mismo. Juan 17:6-19 estaba destinado a Sus discípulos, por eso dijo que no estaba orando por el mundo en el versículo 9. En Juan 17:20-26 oró por todas las personas creyentes. En Juan 17:20, el Señor dijo que estaba orando por “los que creerán en mí”. La palabra griega traducida creer significa poner su confianza en Él. Viene de una raíz que significa confiar o tener fe, no predestinación. Por cierto, Dios siempre actúa primero, pero a través de su Palabra y Espíritu y ya luego toca a nosotros creer o no como enseña el mismo Juan en Juan 3:15-16 y 36 donde además dice que Cristo murió por el MUNDO, no solo por los elegidos.
Algunos calvinistas también sostienen que hay partes de la Biblia donde dice que Cristo murió por MUCHOS (Isaías 53:12; Marcos 10:45 y Mateo 26:28) y no por TODOS (1 Timoteo 2:6; 2 Corintios 5:14-15; Isaías 53:6 y Hebreos 2:9). Es cierto que hay pasajes que enseñan que Cristo murió por MUCHOS. Sin embargo, el término “MUCHOS” es usado mayormente, no como contraste de la palabra “todos”, sino como contraste de la palabra “pocos”. Lo contrario de la palabra MUCHOS es la palabra POCOS, no la palabra TODOS. Esto puede verse en Mateo 7:13-14 donde MUCHOS están en el camino ancho que lleva a la perdición y POCOS están en el camino angosto que lleva a la vida. Ver también Mateo 20:16 donde dice “porque MUCHOS son llamados, mas POCOS escogidos.” En este versículo los MUCHOS incluyen más que los elegidos (los escogidos). Se hace un contraste entre los MUCHOS que son llamados y los POCOS que son escogidos. Si MUCHOS es lo contrario de POCOS, entonces en vez de referirse a un número pequeño (pocos) se refiere a un número grande (muchos).
Hay algunos casos en que este gran número es equivalente a TODOS. Un escolar puede repartir invitaciones a su fiesta de cumpleaños a todos los 35 estudiantes de su curso de la escuela. TODOS los estudiantes de su clase fueron invitados. Pero solamente 7 llegaron realmente a la fiesta. MUCHOS (todos) fueron invitados, pero POCOS llegaron. Un ejemplo muy claro en la Biblia donde MUCHOS es equivalente a TODOS se encuentra en Romanos 5:19—“Porque así como por la desobediencia de un hombre los MUCHOS fueron constituidos pecadores.” Compare esto con Romanos 5:12 y es evidente que los MUCHOS del versículo 19 es igual a TODOS LOS HOMBRES del versículo 12. Es posible que la palabra MUCHOS se refiera a los elegidos de Dios. Esto es el caso en Hechos 18:10 donde el Señor dio seguridad a Pablo al decir, “Tengo MUCHO pueblo en esta ciudad.” Así Pablo fue animado de que su labor no sería en vano porque MUCHOS, no solamente unos pocos, llegarían a conocer a Cristo en la ciudad de Corinto.
¿Y qué significa la palabra MUCHOS cuando se usa en conexión con la obra de Cristo en la cruz? En Isaías 53 los “muchos” del versículo 12 se define por el contexto como refiriéndose a TODOS NOSOTROS. “El Señor cargó en él el pecado de todos nosotros” (v.6). Por lo tanto, ÉL murió como Sustituto no solo por unos POCOS, sino por MUCHOS, sí, por todos nosotros. Encontramos la misma verdad cuando comparamos Marcos 10:45 con 1 Timoteo 2:6: “Para dar su vida en RESCATE POR MUCHOS” (Marcos 10:45). “El cual se dio a sí mismo en RESCATE POR TODOS” (1 Timoteo 2:6 y ver “todos los hombres” del v.4). Concluimos, por lo tanto, que cuando la Biblia dice que Cristo murió por MUCHOS, el significado es este: ÉL no murió solamente por unos pocos, ÉL murió por muchos, sí, por todos los hombres. O, como lo dice Juan, “Y ÉL es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (1 Juan 2:2). Hasta el mismo Calvino admitió en sus comentarios sobre Marcos 14:24 dice que cuando Jesús dijo que su sangre sería derramada por muchos, ÉL quiso decir “no solamente por una parte del mundo, sino por toda la raza humana.” Como tampoco enseñó el punto de la llamada Expiación Limitada lo cual queda demostrada también en su comentario de Juan 1:29. Por tanto, ni el mismo Juan Calvino pasaría como un calvinista de 5 puntos. Pero su sucesor en Ginebra, Teodoro Beza (1519-1609), y luego William Perkins y posteriores tenían otras ideas: que Cristo murió solo por electos. Las consecuencias de este nuevo giro teológico serían enormes para todos los creyentes dentro de la tradición. Efectos que se siguen replicando hasta el día de hoy.
1 Juan 2:2 refuta claramente el calvinismo al decir que, “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” ¿Qué más claro lo queremos escrito? donde además dice que Cristo murió por el MUNDO, no solo por los elegidos. Juan también refuta el calvinismo cuando afirma que, "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también POR LOS DE TODO EL MUNDO."(1 Juan 2:2). ¿Qué más claro lo queremos?
- Irresistible grace (Gracia irresistible).
La gracia de Dios es irresistible porque es atractiva y magnética, pero ese no es el mismo sentido que usan los calvinistas para referirse a la gracia, sino que con “gracia irresistible” se refieren a que es imposible que un hombre pueda resistirla y que Dios lo fuerza u obliga a creerla. ¿Pero es esto correcto? La verdad bíblica es que Dios le extiende la gracia a todo hombre, pero algunos la resisten. Como dijo el apóstol Pedro, "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros." (Hechos 7:51). Esta misma idea es articulada en Proverbios 1:24-25. En otras palabras, Dios los llama y les extiende la mano para hacerles una oferta llamada gracia, pero el hombre decide rechazar la mano extendida lo cual suena a resistencia.
Después de todo, el hombre sabe a través de la creación y su consciencia que hay un Creador (Romanos 1:20-21) pero como aman más las tinieblas se vuelven militarmente contra la voluntad de Dios. No por culpa de Dios ni porque Él desea que no sean salvos sino porque ellos no quieren. Por eso Dios endureció el corazón del faraón (Éxodo 7:3) y el faraón también endureció el suyo propio (1 Samuel 6:6) en el sentido de que Dios estableció el principio divino de que, si un hombre entendió la verdad, pero la rechaza como quiera entonces le será más difícil aceptarla o recibirla la próxima vez.
Por eso en la mente calvinista la idea de la predestinación y el libre albedrio tampoco pueden coexistir pues piensan que si el hombre tiene el libre albedrio de rechazar la obra de expiación que eso de alguna manera reduce el poder y valor de Dios. Sin embargo, esto es una falacia que no se sigue. Para dar una ilustración, si un hombre le ofrece un anillo de compromiso a una mujer y ella lo rechaza de ninguna manera eso hace que el anillo pierda valor o que no tenga poder para simbolizar el compromiso. El valor del anillo y su poder para simbolizar el compromiso de ninguna manera es contingente a la aceptación de la mujer. Sin olvidar que también habrá una terrible consecuencia para los que resisten la gracia de Dios.
En Hebreos 10:29 por ejemplo nos dice que, “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”. Sabiendo este terror les persuadimos a que no rechazan la gracia de Dios (2 Corintios 5:11). Otro ejemplo de resistir la gracia de Dios se encuentra en las mismas palabras de Cristo cuando dijo, “Él dijo: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37). Cristo quiso, pero ellos no.
Si los salvos van a ser elegidos sin importar lo que hagamos o no entonces no habría necesidad de evangelizar ni orar o llorar por ellos (Salmos 126:5-6, Santiago 5:20 y Proverbios 11:30). Quizás eso explica porque muchos calvinistas le dan tan poca importancia a la obra misionera ni hacen llamados al altar pues si un pecador no puede hacer nada para alcanzar la salvación entonces estamos perdiendo el tiempo en tratar de ganar su alma para Cristo. En otras palabras, la Gran Comisión no tendría sentido si ya Dios seleccionó de manera arbitraria las personas que irán al cielo y al infierno. Esto no quiere decir que no haya calvinistas que no sean evangelistas, sino que como dicho sistema teológico es fatalista entonces no hay nada más que hacer pues todo es dejado a Dios y por ende evangelizar sería inconsistente con la soteriología calvinista.
Entonces ¿de qué vale tocar la puerta del corazón de un pecador si no tiene la capacidad de abrirla? En otras palabras, la Gran Comisión de Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Hechos contradice completamente la doctrina calvinista de la elección incondicional la cual declara que los elegidos no pueden resistir venir a Cristo y que por ende la oración o el evangelismo no tiene efecto en aquellos que ya han sido determinados a ir al cielo o al infierno antes de haber nacido o creado. Por tanto, es inútil y absurdo orar o predicarle a un pecador si ya Dios tomó una decisión sobre su destino final. De hecho, el famoso evangelista William Carey (conocido como el padre de las misiones modernas) fue reprendido por un calvinista llamado Dr. Ryland por evangelizar. Ryland le dijo, “Joven, cuando Dios escoge convertir a los paganos Él lo hará sin tu ayuda o la mía”. Por eso el calvinismo no solo conduce al fatalismo sino a una teología de perezosos pues en vez de ver a sus pastores en las calles ganando almas para Cristo (como hacen los pentecostales y Bautistas no reformados) los vemos en Youtube o Facebook con canales monetizados, sensacionalistas y faranduleras con muchos seguidores en las redes sociales, pero con pocos miembros en sus iglesias locales. Tampoco tiene sentido que Dios castigue o discipline a sus siervos como hizo con David si sus pecados ya estaban predestinados por Él. Creemos en la soberanía de Dios tal como lo enseña la Biblia, pero no como los calvinistas lo interpretan.
Además, la idea de que Dios impone a la fuerza la salvación es la misma antítesis de la verdadera gracia pues el amor no obliga. Eso sería como darle un regalo a una persona que no quiso en primer lugar. Cuando le pregunté a mi esposa si quería casarse conmigo ella tenía la libertad de rechazar la invitación. Su poder de rechazarme no significa que no tengo poder para casarme con ella. La gracia exige que ella tiene alguna decisión en el asunto. No me casé con un robot o un títere cuya voluntad ha sido programada a una unión y a quererme, sino que quise que me amara por voluntad propia. Creo que Dios siente lo mismo por Su esposa pues para que la gracia sea gracia no puede ser una imposición.
- Perseverance of the saints (Perseverancia de los santos)
Esta perseverancia de los santos produce ninguna seguridad en el creyente, sino que el pensamiento mas puro del calvinismo el cristiano no está asegurado del cielo si no comete apostasía hasta su último respiro lo cual suena a arminianismo. La única diferencia es que el arminiano dirá que los apostatan pierden la salvación mientras que para los calvinistas nunca fueron salvos. Este tipo de soteriología resulta desastroso para el recién convertido pues ¿cómo puede estar seguro antes de morir que realmente ha nacido de nuevo si el único criterio que tiene para asegurarlo es perseverar hasta su último suspiro en la tierra? Satanás podría sembrar duda al creyente con respecto a su salvación eterna y relación con Dios la cual no depende de circunstancias externas (Mateo 4:3). Por ejemplo, mis hijos pueden sentir que ya no son mis hijos por la forma que se comportan, pero aun así siguen siendo mis hijos. La comunión podrá verse afectado, pero no la relación. Lo mismo con Dios y sus hijos (1 Corintios 11:32).
Algunos calvinistas citan Apocalipsis 3:5 para demostrar esto sin embargo el pasaje lo que enseña es que el mundo lo vencemos a través de nuestra fe y no con nuestro comportamiento (1 Juan 5:4-5 y 1 Pedro 1:5). En otras palabras, somos guardados o preservados por Dios no por lo que hacemos sino por lo que Cristo hizo por nosotros. De eso se trata la seguridad eterna del creyente y en ninguna parte de la Biblia dice que el único pecado que un verdadero cristiano no puede cometer es la apostasía. Aunque es cierto que existe la posibilidad de que una persona renuncia a la fe porque nunca fue salvo no siempre es el caso. Lo mismo se puede decir de otros pecados. Ejemplo de ello lo vemos en Lot (2 Pedro 2:7), Salomón (1 Reyes 11), Pedro y otros (Hebreos 6:4-8). En otras palabras, no somos salvos porque perseveramos sino en la preservación de Dios lo cual es imposible en la teología calvinista (Salmo 3:8; 1 Juan 5:4-5 y 1 Pedro 1:5). Por eso le preguntamos al calvinista, “¿Y cómo sabes que Dios te escogió?” La realidad es que no puede saber con certeza debido a este 5 punto del calvinismo pues tiene que perseverar hasta el fin cosa que no saben si lo harán (pues no conocen el futuro) hasta su último suspiro. Por eso el llamado "perseverancia de los santos" no equivale a seguridad eterna del creyente. Por eso su falsa dicotomía (¿arminiano o calvinista?) no tiene sentido ya que, a la final, el calvinismo termina siendo igual que el arminianismo.
Como explica Juan Paulo Martínez, escritor, maestro en Teología y podcaster en El Podcast de Romanos 1.16, “¿Significa entonces que una persona puede decir «ya no creo en Cristo» y ser salva? Nada muy diferente de la pregunta acerca de si Pedro perdió su salvación o evidenció jamás haber sido salvo cuando dijo tres veces de Cristo «No lo conozco» (Mt.26:69-75). «Pero se arrepintió» -se dirá. Sí, pero su arrepentimiento no «le regresó» su salvación, ni tampoco evidenció con su «fe perseverante» su justificación. Simplemente, respondió con fe de nuevo al que lo había salvado después de su apostasía...Creyera, en todo caso, en la PS si se entendiera tal cosa como un asunto propio de la santificación progresiva del cristiano. El tema de la perseverancia del creyente está en la Biblia, pero no con relación a su salvación final. Los siguientes textos prueban que la Palabra habla constantemente de «permanecer», «perseverar», «ser fieles», «estar firmes», «resistir» y «ser diligentes», en orden no de consumar, probar o validar nuestra justificación, sino de crecer, madurar y de recibir recompensas del Señor (1 Corintios 15:58; Romanos 12:12; Hebreos 10:36; Apocalipsis 2:10 y 2 Pedro 1:5-7).
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En resumen, bíblicamente la depravación no equivale a inhabilidad. La elección no es justificación. La expiación no es divinamente limitada sino ilimitada. El amor de Dios no es selectivo sino colectivo. La gracia de Dios puede ser resistida y los santos de Dios llegaran hasta al final no porque perseveramos sino porque somos preservados. En cambio, el calvinismo es falso histórica y doctrinalmente. Fue un invento de hombres, fundamentada por hombres, y forzada por hombres con el pretexto de que magnifica la soberanía de Dios. Pero como dice el Dr. John R. Rice, “El Calvinismo es antibíblico, anti evangelístico y arrogante.” (False Doctrines, Dr. John R. Rice, 1970).
¿Quién fue Juan Calvino? y algo de historia.
Después de todo, ¿quién era Juan Calvino? Calvino fue un teólogo francés y protestante que aparentemente no tenía una rasuradora para afeitarse. Bueno fuera de broma, Calvino nació el 10 de julio del 1509 en una pequeña ciudad de Francia llamada Noyon y de familia muy católica. Pero luego se “convirtió” al protestantismo de Lutero. Sin embargo, nunca se bautizó en el protestantismo pues se consideraba “cristiano” desde el momento que fue bautizado en su infancia en la iglesia católica lo cual dice mucho de su persona pues no quiso someterse al bautismo correcto que Cristo ordenó (Mateo 3:15 y Mateo 28:16-20). Calvino nunca cambió de idea sobre esto y siguió sosteniendo tradiciones católicas como el bautismo infantil (pedobautismo), el sacramento de la eucaristía, el amilenialismo, la unión de iglesia y estado y la negación del libre albedrío las cuales aprendió del filósofo católico, Agustín de Hipona. Aunque al principio Agustín creía en el libre albedrió luego lo rechazó debido a un altercado con Pelagio y porque estuvo influenciado por el gnosticismo y el maniqueísmo.
Pero ya luego y durante siglos nadie en la iglesia católica ni fuera de ella creía en este tipo de fatalismo. De hecho, no fue hasta el siglo 16 en donde Juan Calvino cayó víctima de sus escritos filosóficos y afirmó que eran la forma correcta de interpretar el evangelio de Cristo. Esto fue admitido por el mismo Juan Calvino en sus Instituciones sobre la Predestinación (Institutes, Book IIV, capítulo 22) y también es admitido por teólogos calvinistas y no calvinistas como R.C. Sproul, Dave Hunt, David Engelsma, B.B. Warfield, Timothy George, R. Tudor Jones y Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism, Ken Wilson, D. Phil y Alister E, McGrath, p.38, Historical Theology). . De hecho, en Ginebra hasta hablar mal de Calvino era considerado un crimen. También creyó que solo los protestantes podían ir al cielo adoptando el mismo pensamiento de los papas de que fuera de la iglesia católica no hay salvación.
Luego de publicar sus famosas, "Instituciones de la Religión Cristiana", Calvino viajó a Ginebra en 1536 donde fue ordenado como pastor y luego como una autoridad tanto eclesiástica y civil puesto que al igual que los países católicos en Ginebra tampoco se creía en la separación de iglesia y estado. Tal posición en el gobierno lo llevó a ser responsable de muchas atrocidades en contra de los que no obedecían sus leyes teocráticas. De hecho, los primeros en criticar el abuso de poder de Calvino fueron los mismos reformados como el francés Sebastián de Castellio y el español Casiodoro de Reina quien quedó traumado al ver a su paisano, el aragonés Miguel de Servet, rostizado hasta las cenizas y por los miles de anabaptistas que fueron quemados vivos o ahogados por profesar el credobautismo y la libertad de culto (Sebastián de Castellio “De haereticis an sint persequendi” y “Contra libellum Calvini”).
De hecho, en 1950, fue publicado en Suiza un libro titulado, "Christianity and Fear" (“El Cristianismo y el Temor”) en el cual el autor, Óscar Pfister, analiza en detalles los crímenes de los reformistas. Con relación a Juan Calvino, él escribe la siguiente evaluación que se aplica a todos ellos: “Un estudio del período [de la Reforma] revela que muchos eruditos de la época, hombres con seguidores que en muchos casos ascendieron a muchos miles, se opusieron celosamente a las persecuciones de los “herejes” y, en el nombre del evangelio, demandaron un tratamiento piadoso. [Prominentes entre ellos estaban] (…) los anabaptistas. Calvino conoció a la mayoría de estos hombres elocuentes, inspirados por el amor, pero la oposición de ellos a la persecución de los herejes no causó la más mínima impresión en él. Por tanto, debe ponerse fin a la mentira antigua de que las crueldades de Calvino se justifican por el ánimo de la época. Y nos asombramos con la gran falta de lógica del lógico [Calvino], cuya indignación creció en contra de la persecución de los protestantes en los países católicos y quien, sin embargo, se mostró tan despiadado con estos supuestos herejes." (Pfister, Óscar: Christianity and Fear, “El cristianismo y el temor”, pp. 418–419, 427–428).
De hecho, muchos anabaptistas como Menno Simons, un antiguo líder anabaptista y contemporáneo de Lutero, y otros protestaron en contra de esta esta sangrienta crueldad por medio de la cual miles de anabaptistas fueron ejecutados por algunas de las Iglesias protestantes del estado de los reformistas famosos, pero de nada sirvió (The Complete Works of Menno Simons,“Obras completas de Menno Simons”, 147ª/I, 196ª y Harold J. Grimm, de la Universidad de Indiana, Grimm, Harold J., The Reformation Era, “La época de la Reforma”, p. 139. 1954). Cada una de estas sentencias fueron sancionadas por Calvino incluyendo la de Servet, la cual fue un asesinato planificado tal como se lee en la carta de Calvino a su amigo William Farel el 13 de febrero de 1546. Por tales razones tanto Casiodoro y otros españoles e italianos se sentían incómodos en la Ginebra calvinista y terminaron trasladaron a Londres por temor a sus vidas y para fundar iglesias (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 30, 84-85, 90).
Las atrocidades llevadas a cabo en la Ginebra calvinista deden ser trazados directamente al fallo de la iglesia católica la cual no creía en la separación de iglesia y estado lo cual fue condenado por TODOS los Padres Apologistas (130-180) como Justino Mártir (al igual que su pupilo Lactancio) en “Ante-Nicene Fathers,” Vol. I, ágs.. 105, 185- 186, 305 y 306. Teófilo de Antioquia, Tatiano y Atenágoras estaban de acuerdo de manera unánime en la separación de iglesia y estado lo cual demuestra que esa era la posición universal de las iglesias primitivas y es algo que siempre ha creído y defendido las iglesias Bautistas (anabaptistas). Tertuliano también escribió en defensa de la libertad religiosa. En cambio, tanto Constantino y los demás emperadores romanos como Teodosio el “Grande” hicieron de la iglesia católica romana una iglesia imperial lo cual es muy diferente a las iglesias independientes, locales y autónomas que vemos en la Biblia y en los documentos de los Primeros Apologistas. En otras palabras, en los tiempos de estos Padres de la iglesia no existía una unión de iglesia y estado como sucedió en los países católicos y luego en los países protestantes en donde se perseguía mayormente a los anabaptistas. De hecho, la influencia de Agustín de Hipona (teólogo católico quien Calvino y sus seguidores admiran) quien no creía en la libertad religiosa (como demuestra las veces que promovió la persecución los donatistas y otros grupos anabaptistas por no aceptar el bautismo infantil) selló de una vez y para todas las doctrinas de la iglesia-estado del catolicismo romano.
Resumiendo, como cristiano Calvino nunca fue un buen ejemplo para seguir y con tan mal testimonio me sorprende que haya algunos cristianos que no le dan vergüenza usar el nombre calvinista. Pero no solo eso, muchos calvinistas de hoy (como Will Graham) todavía sienten gran desprecio hacia los anabaptistas y esto a pesar de que el Consejo de la Federación Luterana Mundial de Alemania pidió disculpas a Dios y a los anabaptistas por haberlos perseguido brutalmente en el pasado. En cambio, los calvinistas modernos todavía no han pedido perdón, sino que aún siguen en su odio contra nuestros antepasados Bautistas no reformados (anabaptistas). Lo más irónico es saber que si estos calvinistas como Will Graham que admiran tanto a Calvino mientras que difaman a los anabaptistas vivieran en ese tiempo también hubiesen sido brutalmente perseguidos solo por profesar el credobautismo lo cual Calvino decía en sus Instituciones que era una doctrina de gente endemoniada. Peor aun es cuando el cinismo de muchos garroteros calvinistas sale a relucir cuando tratan de justificar sus crímenes o cuando se cuestiona sus creencias en las redes sociales lo que demuestra que el espíritu de la Ginebra calvinista todavía sigue vivo y entre nosotros.
“¿Pero no profesan los calvinistas las 5 Solas y por ende es doctrina correcta?”
Empecemos diciendo que nuestras doctrinas no son verdaderas porque fueron abrazadas por Lutero, Calvino, Zwinglio, Wesley o algún otro. Toda iglesia con nombre Bautista tampoco es reformada pues mucho antes de la Reforma Protestante había cristianos no católicos como los anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas) que ya creían que la salvación es solo por fe en Cristo y en la Biblia como la única autoridad final en cuanto a doctrina, fe y práctica. Por tanto, muchos Bautistas no son calvinistas porque no salieron de la Reforma Protestante ni de la Iglesia Católica Romana sino de los anabaptistas los cuales profesaban seguir la doctrina de Cristo.
Al contrario, estos Bautistas fueron perseguidos por ambos por no estar de acuerdo con el bautismo infantil el cual profesaba Lutero y Calvino. Ni siquiera eran "Sola Scriptura" en el sentido más puro de la frase pues creían el paidobautismo, la virginidad perpetua de María, la unión de iglesia y estado y otras tradiciones católicas las cuales eran completamente desconocidas por la iglesia primitiva. Por eso creemos que hablar de “Bautista reformado” es un oxímoron (contradicción de términos). Ni siquiera el mismo Calvino se identificaba como “Bautista”. Hubiese sido mejor si tal grupo usaran mejor la palabra calvinistas pues así evitarían tanta confusión y principalmente porque los hombres que siguen (Lutero y Calvino) odiaban el credobautismo. Por tanto, no se puede ser un verdadero Bautista y calvinista a la misma vez.
¿Por qué muchos calvinistas son tan orgullosos?
John Knox estuvo tan enamorado del calvinismo que lo declaró como “la escuela más perfecta de Cristo que ha habido en la tierra desde los días de los apóstoles “. William Cunningham pensaba lo mismo y algunos hasta sostienen que si no crees en lo que ellos llaman los 5 puntos del calvinismo o “doctrinas de la gracia” no puedes ser salvo pues creen que el calvinismo es el evangelio o la manera más correcta de interpretar la Biblia. De hecho, durante el siglo 16 muchos estudiantes de Europa viajaron a Ginebra para ser instruidos (o adoctrinados) en el calvinismo pues creían que se requiería alguna clase de preparación especial para ser un buen calvinista. Sin embargo, muchos quedaron decepcionados como el pastor reformado y gran traductor de nuestra Biblia Reina Valera, Casiodoro de Reina, que viajó a Ginebra para educarse más en el calvinismo para luego sentirse no solo frustrado porque los maestros calvinistas solo hablaban del catolicismo romanos sino traumado porque la intolerancia religiosa de Calvino y de sus seguidores los llevó a actuar de la misma manera que los inquisidores católicos. Como resultado muchos dejaron de creer en el calvinismo o simplemente no lo tomaban en seio. Por ejemplo, el rey protestante, King James (quien autorizó la famosa traducción inglesa de la Biblia que lleva su nombre) rechazó las enseñanzas del calvinismo. Quizás eso explica porque muchos calvinistas como James White odian tanto esa Biblia la cual muchos cristianos han usado para alcanzar millones de almas perdidas para Cristo. Ya para el 1609 el calvinismo empezó a declinar.
Pero la pregunta sigue en pie, ¿es Juan Calvino la autoridad final en doctrina y practica? Aunque muchos calvinistas lo nieguen actúan como si lo fuera. De hecho, aunque muchos de ellos afirman no creer en un magisterio infalible tratan a sus líderes reformados y teólogos favoritos como si hablaran ex catedra y acusan a cualquiera que se atreva a cuestionarlos como “apóstatas” o intelectualmente inferiores a ellos. Su creencia les infla tanto el ego que se jactan de tener un conocimiento profundo en las Escrituras y los hacer pensar que solo su grupo de “elegidos” e “iluminados” puede entender la “sana doctrina” o el verdadero evangelio. Esto por cierto suena como la filosofía gnóstica que llegó a influenciar la teología de Agustín de Hipona y luego a Juan Calvino. Por eso muchos concluyen que este tipo de elite “cristiano” y exclusivista conduce a sus seguidores a la arrogancia, la soberbia y el narcicismo lo cual es condenado por Dios (1 Corintios 8:1-2 y Proverbios 13:10, 12; 16:18 y 29:23). Pero el simple y humilde cristiano que camina con Dios a la luz del día puede captar una simple verdad bíblica (Mateo 11:25). Mientras que el orgulloso calvinista que no quiere admitir sus errores todavía sigue sin darse cuenta que aquellos que han rechazado el calvinismo son más sabios que aquellos que caen víctima de ello (Colosenses 2:8).
Esta soberbia también explica el porqué vemos a muchos calvinistas estar más interesados en ganar argumentos (principalmente en las redes sociales) que en salir a la calle para ganar almas para Cristo. No que se debe hacer uno e ignorar el otro sino que el cristiano debe hacer ambos. Sin olvidar que muchas iglesias y seminarios evangélicos que no son de doctrina reformada (pentecostales, Bautistas del Sur, etc.) han sido seducidas por esta filosofía no escritural causando así divisiones entre ellos mismos. Hasta el mismo John MacArthur y Miguel Núñez han admitido querer “re-evangelizar” las iglesias no reformadas de Latinoamérica lo cual es robar las ovejas de otros grupos cristianos. Algunos calvinistas del clóset admiten hacer esto por medio de la infiltración de iglesias con el propósito de proselitarlas (o deformar) con la doctrina de la desgracia de Juan Calvino. Pero ya los apóstoles nos habían advertido sobre esto (2 Pedro 2:1; Judas 3-4; 1 Timoteo 4:1; 2 Timoteo 3:13 y Efesios 4:14).
Algunos hasta muestran antipatía en saber que algunos miembros de nuestra iglesia han dejado el vicio de las drogas, el alcoholismo o la fornicación como si ellos fueran mejores que ellos. ¿Será que realmente no conocen el verdadero evangelio que dicen predicar y por eso la actitud arrogante? Muchos de sus libros solo tratan del reino o de una teología del dominio en vez de la obra misionera que nos fue comisionada por el mismo Jesús. Por tanto, no debe sorprender a nadie que el amor de los calvinistas por las almas perdidas es limitada o ya evaporada en sus iglesias pues creen que el amor de Dios es selectiva y arbitraria. A pesar de esto siguen siendo un movimiento popular principalmente en las redes sociales (Life Way Research y Times Magazine, 2009, the New Calvinism, One of the Ten Changing the World Right Now). Por eso es importante interrogar a los candidatos que están interesados en el oficio de pastor para saber si creen o no en el calvinismo y también para saber qué clase de Biblia utilizan puesto que los calvinistas tienden a usar nuevas versiones como la NIV, Geneva, the Legacy Standard Biblia o la ESV (algunas versiones modernas son traducidas y cambiadas por calvinistas a su conveniencia y conforme a su teología reformada) en vez de las antiguas como la King James Bible, la Reina Valera 1960, Reina Valera Gómez o la Biblia Purificada 1602. Como dice el dicho, “Más vale prevenir que lamentar.”
En fin, ¿por qué tomar esto muy en serio? Porque aunque el calvinismo no es considerado como una secta como los mormones o los falsos testigos de Jehová sí pervierte el evangelio de Cristo como hacen las falsas religiones (Gálatas 1:6-9) y porque como dice el Dr. John R. Rice, “El Calvinismo es antibíblico, anti evangelístico y arrogante.” (False Doctrines, Dr. John R. Rice, 1970).
Fuentes:
What Love is This por Dave Hunt
The Other Side of Calvinism de Laurence M. Vance
Why I am Not a Calvinist de Jerry L. Walls y Joseph R. Dougell
Why We Are Not Reformed Baptists (letgodbetrue.com)