Un sacerdote italiano de 88 años ha sido denunciado por celebrar una misa dominical a la que asistieron 8 fieles católicos. Según las autoridades, el padre Antonio Lunghi ha incumplido la ordenanza que prohíbe todo tipo de reuniones públicas.
El padre Antonio Lunghi fue denunciado ante el fiscal por ofrecer misa en la iglesia parroquial de Castello d'Agogna, un pueblo de poco más de mil habitantes en la provincia de Pavía.
El anciano sacerdote que no está familiarizado con internet, por lo tanto no tenía conocimiento de la prohibición de celebrar oficios religiosos también había extendido hasta el domingo. Por eso, no dudó en hacer sonar las campañas de su parroquia para anunciar que la Misa comenzaría pronto.
William Grivel, alcalde del centro de Lomellino, informó que nadie se quejó por la celebración de la Misa Dominical, sin embargo al conocer el caso se violaron obligado a informar de lo sucedido a las autoridades competentes.