NOTICIACRISTIANA.COM – Reconocer la presencia de Cristo en lo cotidiano, debe ser uno de los objetivos espirituales de las personas que siguen la fe cristiana. Es decir, debemos seguir a Jesucristo en todo el sentido de la palabra, dedicarnos a su obra como él hizo con los asuntos de su padre. También, se considera necesario vivir de acuerdo con sus principios y enseñanzas en todas las áreas de la vida.
La pastora Lina Acosta, durante el cierre del tercer congreso “De Mujer a Mujer”, organizado por Adme-USA, compartió poderosas reflexiones sobre la importancia de vivir la realidad de Cristo en la vida cotidiana. En sus declaraciones, destacó cómo las acciones diarias y las decisiones cotidianas pueden ser una oportunidad para reflejar la presencia de Cristo en nuestras vidas.
Acosta compartió, su propia rutina diaria como ejemplo, señalando que, al igual que muchas mujeres, su día comienza temprano con actividades que van desde el cuidado del hogar hasta atender a su hijo de 3 años y cumplir con sus responsabilidades laborales. Subrayó que las mujeres a menudo comparten sus experiencias detalladamente con sus seres queridos, mientras que los hombres tienden a ser más breves en sus respuestas sobre cómo les fue en su día.
Diversos roles
La pastora también abordó la definición de vida cotidiana según la Academia, resaltando que es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y donde nuestras acciones y decisiones se entrelazan con nuestro entorno. Además, citó un estudio que sugiere que las mujeres tienen la capacidad de realizar múltiples tareas a la vez, lo que destaca su habilidad para desempeñar diferentes roles en la sociedad.
Sin embargo, la pastora Acosta enfatizó que ser la mejor en diversos roles no se compara con algo más importante: vivir la realidad de Cristo en todas las facetas de la vida. Hizo una analogía con el árbol del conocimiento del bien y del mal en la historia de Adán y Eva, indicando que, aunque ese árbol tenía una parte buena, no debía ser su enfoque principal. En su lugar, instó a las mujeres a centrarse en Cristo, quien es la vida y la verdad.
La pastora citó el evangelio de Juan 14:6, donde Jesús afirma ser el camino, la verdad y la vida, y explicó que Cristo representa el árbol de vida. Hizo hincapié en que es fundamental nutrirse de Cristo para manifestar su esencia en todo lo que hacemos. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de sentirnos abrumadas, desesperadas y frustradas ante los desafíos cotidianos.
Expresión de Cristo
Continuando, la pastora Acosta resaltó que vivir la realidad de Cristo en lo cotidiano implica reflejar su carácter y enseñanzas en todas nuestras acciones y decisiones. Cada tarea, conversación y lección se convierten en oportunidades para honrar a Dios y expandir su reino en la tierra. También, instó a las personas a transformar sus mentes y a alinearse con la mente de Cristo, citando a Filipenses 2:5.
Lina Acosta instó a las mujeres a reconocer la presencia de Cristo en lo cotidiano, a reflejar su carácter en todas sus acciones y aplicar sus enseñanzas en cada interacción. Enfatizó que vivir la realidad de Cristo en lo cotidiano es un camino de transformación constante que brinda significado y propósito a la vida.
La pastora concluyó recordando que cada día es una oportunidad para experimentar la vida de Dios en Cristo y permitir que él exprese su vida a través de nosotros. Su mensaje instó a los presentes a cambiar su enfoque y vivir la realidad de Cristo en cada aspecto de sus vidas diarias.
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